El Demonio de los Ojos Azules
3 participantes
Página 1 de 1.
El Demonio de los Ojos Azules
Hola a todos, hace tiempo que quería hacer una historia propia con capítulos x3U Me inspiraste Johnny n_n
Espero que les guste, ya lo tengo hecho hasta el capítulo cuatro. Y voy a comenzar el cinco cuando terminé esta semana, ya que estoy llena de pruebas x3U
_________________________
Capítulo I: Luna Llena.
Bajo la Luna que resplandecía en la oscuridad de la noche caminaba por el bosque que se interponía entre la academia y el pueblo. Llevaba un par de bolsas de supermercado en cada mano, volvía de comprar alimentos en el mercado. Había ido a las seis, cuando aun había rayos solares, pero había perdido la noción del tiempo y ya era demasiado tarde.
Me quede en silencio escuchando el crujido de las hojas bajo mis pies, por un momento creí haber oído otros pasos detrás mio, pero pensé que solo había sido mi imaginación y lo ignore. Pero a pesar de eso comencé a ponerme nerviosa, para asegurarme si había alguien siguiendome pare de caminar. Oí con atención, unos crujidos más se escucharon y luego el silencio del bosque. Me di vuelta lo más rápido que pude sin hacer ruido. Al darme vuelta pude ver unos ojos observandome entre la oscuridad. No sabía qué era pero sí que no traía nada bueno, solté las bolsas que sujetaba y automaticamente me di media vuelta y comencé a correr lo más rápido que podía. No me importaba hacía dónde me estaba dirigiendo, solo quería alejarme de lo que fuese esa cosa. Sabía que no se me haría fácil porque comenzó a seguirme dando grandes saltos. Cerré los ojos con fuerza antes que el gran animal me hciera caer al suelo. Sentí que unas gotas de saliva caían sobre mi mejilla, abrí los ojos lentamente para encontrarme con un lobo enorme y peludo, con los ojos que había visto antes entre la oscuridad. Los cerré nuevamente esperando mi horrendo final, pero me sorprendio sentir como el animal salía de arriba mío, oí como sus pasos rápidos y pesados se alejaban. Abrí mis ojos color castaña confusa, ¿qué había pasado? ¿Por qué se había ido así?
Me levanté con cuidado para escuchar que alguien intentaba pasar por al lado de un arbusto y por arriba de hojas secas. Me sobresalté, tal vez el animal había vuelto o que la causa por la que había huido era que había algo peor entre la oscuridad.
-¿Zero...?-pronuncie viendo a mi compañero. Tenía el cabello castaño y sus ojos eran de un celeste cristalino que siempre me llamaron la atención, aun llevaba el uniforme de la academia-¿Qué haces acá?
-La pregunta es para vos, es peligroso el bosque a estas horas-me respondió con fríaldad eludiendo mi pregunta.
-Fui al supermercado a comprar alimentos que faltaban y perdí la noción del tiempo...-dije algo avergonzada.
Él solo se contuvo a asentir.
-Vuelve a la academia-me ordenó. Yo me ofendí.
-¡Era lo que estaba haciendo cuando esa bestia me ataco!
No me respondio, volteo y comenzó a caminar dandome la espalda. Yo lo seguí con los brazos cruzados.
Un edificio bastante grande de tres pisos se hizo ver en la penumbra, solo la luz central se encontraba encendida. Caminamos por el camino de tierra que se hizo paso hasta la puerta de entrada de la academia. A nuestros costados se expandía el pasto recién cortado, nos alumbraba la luz de los faroles. Al llegar a la puerta con rasgos coloniales y negra, rodeada de enredaderas llenas de flores Zero la abrio. Yo lo seguí pero cuando comenzamos a subir la larga escalera él paro y se volvio hacia mi.
-Ve a tu habitación-me ordenó.
Noté que espero a que yo subiera lo más lejos de él para comenzar a bajar las escaleras. No lo pude ver pero oí sus pasos, Zero era el único, además de mi, que se encontraba despierto. Así que no creo haberme confundido.
Terminé de subir hasta donde debía estar mi habitación, las paredes color canela se extendían formando un largo pasillo. Entre las puertas había cuadros o alguna que otra planta en una maseta color marrón.
Camine por el pasillo hasta llegar a una puerta que tenía con números dorados "104". Moví el picaporte hasta abrir la puerta, mi compañera dormía así que después de entrar, sin hacer ruido, la cerré lentamente. Todo estaba oscuro así que tuve que ir tanteando, milagrosamente llegue a mi cama. Saque mi pijama de abajo de mi almohada y otra vez tanteando llegue a la puerta del baño. La abrí y prendí la luz dejandome ver un mini-espacio blanco. Tenía un espejo cuadrado suficientemente grande como para que una persona se viera el rostro y parte de los hombros. Un lavamanos, un retrete y una bañera con canilla y ducha.
Entre y cerre la puerta detras mio tratando de no hacer ruido, me acerque a la bañera donde abrí el agua caliente.
Al rato ya me encontraba dentro de la bañera con una toalla en mi cabello, lo que había pasado recién me llamaba terriblemente la atención. Aun no entendían bien qué había sucedido... ¿por qué esa bestia había huido así? Y lo más curioso era que cuando lo hizo Zero apareció.
-Es tan misterioso...-me dije mirando el techo.
Mañana hablaria con él sobre el asunto, a pesar que tenía que encargarme de la fiesta de mitad de año podría hablar un momento con él. Estaba segura que tenía algo que ver en todo esto.
__________________________
Espero que les haya gustado y comenten, amo que comenten ♥
Nos vemos en la conti... seguro antes pero bueh xD
Espero que les guste, ya lo tengo hecho hasta el capítulo cuatro. Y voy a comenzar el cinco cuando terminé esta semana, ya que estoy llena de pruebas x3U
_________________________
Demonios de los Ojos Azules
Capítulo I: Luna Llena.
Bajo la Luna que resplandecía en la oscuridad de la noche caminaba por el bosque que se interponía entre la academia y el pueblo. Llevaba un par de bolsas de supermercado en cada mano, volvía de comprar alimentos en el mercado. Había ido a las seis, cuando aun había rayos solares, pero había perdido la noción del tiempo y ya era demasiado tarde.
Me quede en silencio escuchando el crujido de las hojas bajo mis pies, por un momento creí haber oído otros pasos detrás mio, pero pensé que solo había sido mi imaginación y lo ignore. Pero a pesar de eso comencé a ponerme nerviosa, para asegurarme si había alguien siguiendome pare de caminar. Oí con atención, unos crujidos más se escucharon y luego el silencio del bosque. Me di vuelta lo más rápido que pude sin hacer ruido. Al darme vuelta pude ver unos ojos observandome entre la oscuridad. No sabía qué era pero sí que no traía nada bueno, solté las bolsas que sujetaba y automaticamente me di media vuelta y comencé a correr lo más rápido que podía. No me importaba hacía dónde me estaba dirigiendo, solo quería alejarme de lo que fuese esa cosa. Sabía que no se me haría fácil porque comenzó a seguirme dando grandes saltos. Cerré los ojos con fuerza antes que el gran animal me hciera caer al suelo. Sentí que unas gotas de saliva caían sobre mi mejilla, abrí los ojos lentamente para encontrarme con un lobo enorme y peludo, con los ojos que había visto antes entre la oscuridad. Los cerré nuevamente esperando mi horrendo final, pero me sorprendio sentir como el animal salía de arriba mío, oí como sus pasos rápidos y pesados se alejaban. Abrí mis ojos color castaña confusa, ¿qué había pasado? ¿Por qué se había ido así?
Me levanté con cuidado para escuchar que alguien intentaba pasar por al lado de un arbusto y por arriba de hojas secas. Me sobresalté, tal vez el animal había vuelto o que la causa por la que había huido era que había algo peor entre la oscuridad.
-¿Zero...?-pronuncie viendo a mi compañero. Tenía el cabello castaño y sus ojos eran de un celeste cristalino que siempre me llamaron la atención, aun llevaba el uniforme de la academia-¿Qué haces acá?
-La pregunta es para vos, es peligroso el bosque a estas horas-me respondió con fríaldad eludiendo mi pregunta.
-Fui al supermercado a comprar alimentos que faltaban y perdí la noción del tiempo...-dije algo avergonzada.
Él solo se contuvo a asentir.
-Vuelve a la academia-me ordenó. Yo me ofendí.
-¡Era lo que estaba haciendo cuando esa bestia me ataco!
No me respondio, volteo y comenzó a caminar dandome la espalda. Yo lo seguí con los brazos cruzados.
Un edificio bastante grande de tres pisos se hizo ver en la penumbra, solo la luz central se encontraba encendida. Caminamos por el camino de tierra que se hizo paso hasta la puerta de entrada de la academia. A nuestros costados se expandía el pasto recién cortado, nos alumbraba la luz de los faroles. Al llegar a la puerta con rasgos coloniales y negra, rodeada de enredaderas llenas de flores Zero la abrio. Yo lo seguí pero cuando comenzamos a subir la larga escalera él paro y se volvio hacia mi.
-Ve a tu habitación-me ordenó.
Noté que espero a que yo subiera lo más lejos de él para comenzar a bajar las escaleras. No lo pude ver pero oí sus pasos, Zero era el único, además de mi, que se encontraba despierto. Así que no creo haberme confundido.
Terminé de subir hasta donde debía estar mi habitación, las paredes color canela se extendían formando un largo pasillo. Entre las puertas había cuadros o alguna que otra planta en una maseta color marrón.
Camine por el pasillo hasta llegar a una puerta que tenía con números dorados "104". Moví el picaporte hasta abrir la puerta, mi compañera dormía así que después de entrar, sin hacer ruido, la cerré lentamente. Todo estaba oscuro así que tuve que ir tanteando, milagrosamente llegue a mi cama. Saque mi pijama de abajo de mi almohada y otra vez tanteando llegue a la puerta del baño. La abrí y prendí la luz dejandome ver un mini-espacio blanco. Tenía un espejo cuadrado suficientemente grande como para que una persona se viera el rostro y parte de los hombros. Un lavamanos, un retrete y una bañera con canilla y ducha.
Entre y cerre la puerta detras mio tratando de no hacer ruido, me acerque a la bañera donde abrí el agua caliente.
Al rato ya me encontraba dentro de la bañera con una toalla en mi cabello, lo que había pasado recién me llamaba terriblemente la atención. Aun no entendían bien qué había sucedido... ¿por qué esa bestia había huido así? Y lo más curioso era que cuando lo hizo Zero apareció.
-Es tan misterioso...-me dije mirando el techo.
Mañana hablaria con él sobre el asunto, a pesar que tenía que encargarme de la fiesta de mitad de año podría hablar un momento con él. Estaba segura que tenía algo que ver en todo esto.
__________________________
Espero que les haya gustado y comenten, amo que comenten ♥
Nos vemos en la conti... seguro antes pero bueh xD
Akane- Admin
- Mensajes : 3182
Fecha de inscripción : 28/08/2009
Edad : 28
Localización : En mi jardín secreto... -3-
Re: El Demonio de los Ojos Azules
0w0 Zero estaba poseido XD muy bueno, encerio espero la conti...
Riza Hawkeye- Mensajes : 31
Fecha de inscripción : 23/07/2010
Re: El Demonio de los Ojos Azules
Acá esta la conti x3
_______________________
Capítulo II: Desconfianza.
Los rayos del Sol se posaron sobre mi rostro haciendome despertar, abrí mis ojos lentamente para visualizar el blanco techo. Con pesadez me levanté de la cama, mi compañera ya se había despertado pero aun estaba acostada en la cama con expresión somnolienta.
-Buenos días-me saludó.
Se llamaba Naomi, ahora tenía el cabello suelto pero normalmente lo tenía atado en un rodete mientras que unos mechones caían sobre su tez morena. Era rubia y de ojos verdes; era extranjera. Por ahora no me dijo de dónde vino y eso me llama más la atención.
-Que ganas de quedarme todo el día durmiendo-comentó-Seguramente el clima esta a favor.
La verdad el cielo estaba oculto tras nubes grises, en cualquier momento lloveria.
-Tenés razón, eso es lo que parece-concordé.
Nos levantamos y las dos nos cambiamos, no me extrañaba que Naomi no usara el uniforme como se debía. Una parte de la pollera tenía cosido con hilo negro (al parecer se le había descocido, aunque no creo que le halla pasado eso), la camisa se encontraba fuera de la pollera y encima tenía el sueter. Las medias enrrolladas y usaba zapatillas, estos tenía pintado con likuid su nombre. Llevaba maquillaje negro y en sus orejas un monton de aritos. Comparada con ella me sentía una chica educada y estudiosa.
Ambas salimos del cuarto con nuestras respectivas llaves, nos despedimos y yo corrí a las escaleras. Zero ya debía estar despierto y, si no me equivocaba, en el jardín.
Por suerte no lo hice, estaba sentado bajo un árbol. Caminé hacia el en silencio, no me extrañe que no se sorprendiera al verme.
-Hola-lo saludé. Como supuse, no me respondio-, necesito hablarte sobre lo de anoche.
Alzó la mirada viendome a los ojos, un escalofrío recorrio mi espalda en ese momento al verme observada por aquellos ojos de cristal.
-Esa bestia que me ataco... ¿tiene algo que ver contigo?-procedí, contuve la respiración al terminar de decirlo.
-No-me negó, lo mire a los ojos. Supe que me mentía.
-¿Estás seguro? ¿No tenes ninguna conexión con esa bestia?-insistí, notablemente desesperada.
-No tengo nada que ver con ese animal, Mei-me dijo, me dieron ganas de llorar. Yo sabía que me mentía y que no confiara en mi me dolia demasiado.
-Bien, no me digas si no queres-dije con voz temblorosa.
Me levanté ante la atenta mirada de mi compañero, iria a un lugar a desahogarme. No lloraria delante de él.
Me comencé a alejar. No sabía si me seguia observando, pero era mejor que me viera de espaldas que de frente porque en ese momento comenzaron a brotar las lagrimas. Corrí hacia adentro de la academia donde comencé a subir las escaleras hasta mi habitación. Al llegar cerré la puerta de un portazo y me senté en el suelo. Allí deje que las lagrimas corrieran libremente. No supe cuanto tiempo paso pero estaba anocheciendo, había parado de llorar hace horas pero no me había animado a salir. No quería encontrarme con Zero, me miraria con esos ojos de vidrio insistiendome con la mirada a hacer algo que ni siquiera yo sabía qué.
Oí un par de toques en la puerta, no era Naomi porque, ya que ella tenía la llave, había entrado sin tocar. Era alguien más, no sabía quién, pero no iba a abrirle ni contestarle. Pero el sujeto no se rendía, seguía tocando cada vez más insistente. ¿Acaso no se iba a ir?
-Naomi, abreme. Se que estas ahí-escuche que me decía. Debía ser otro chico que gustaba de ella, ¡cuántos prentendientes que tenía!
-¡Naomi no esta aquí!-respondí molesta.
-¿Y quién esta?-preguntó extrañado.
-Su compañera-dije como si fuera lo más simple del mundo.
-¿Y cómo se llama su compañera?-rió. Yo rodé los ojos.
-Mei.
-Mei, ¿me abririas?-esa pregunta me sorprendió.
-Naomi no esta aquí.
-Ya lo sé, pero estoy aburrido y vos sos la única persona interesante con la que he hablado.
-No estoy de humor-respondí cortante.
-¡Ahy!-rió-Vamos, por favor, te puedo alegrar. Además, no me ire de aquí hasta que me abras.
-Como quieras.
Me quede en silencio, no pensaba abrirle. Seguramente se iria tarde o temprano. Pasaron los minutos hasta que paso media hora, tal vez se había ido. No parecía tener mucha pasiencia.
-¿Sigues ahí?-pregunté para asegurar mi sospecha.
-Obvio.
¡Demonios! ¿Acaso no se iba a rendir? Qué persistente que era, además, ¡qué angustia me daba tener que abrirle!
Me levanté del suelo y agarre mis llaves mientras me ponía un mechon de pelo atras de la oreja. Hice una mueca y abrí la puerta. El chico estaba sentado contra la pared y al verme se le dibujo una sonrisa. Era morocho con el pelo lacio y corto. Sus ojos eran verdes y llevaba el uniforme de la academia. Debía admitir que sus ojos me recordaban a los de un gato.
-¡Mei!-exclamó con alegría, se paro de un saltó lo que hizo que me sobresaltara.
-¡Desconocido!-exclamé con desgano. Él rió.
-Soy Ryoku, un gusto madame-me dijo haciendo una reverencia. Yo me corrí a un lao para dejarlo pasar-Merci, madame.
-Deja de hablar en francés, por favor.
-¡Bien!
-Merci.
El largo una carcajada al oirme pero paso por la puerta. Se acostó sobre mi cama como si fuera la suya. Suspire y me senté en la de Naomi ya que él la ocupaba toda. Lo ignore mientras el "invitado" me miraba, no me gustaba que la gente me observase fijamente. Me hacía sentir incómoda y a la vez nerviosa.
-¿Estabas llorando?-esa pregunta me sorprendio, no estaba muy segura que me hayan quedado rojos los ojos pero podía ser, ahora no queria pensar que podía ser otra cosa.
-Eso no te interesa-respondí con un bufido.
-¡Claro que sí! Si alguien llora obviamente que me voy a preocupar.
-Pues no deberias, es mi problema no tuyo.
Supiro con cansancio, harto de mi actitud.
-Solo me estaba preocupando por vos-se justifico, por su voz note que estaba dolido.
Hicimos silencio, al oirlo me había sentí culpable. Nunca creí que me iba a comportar de esa forma, y menos con alguien que insistía en hacerme compañia que era algo que necesitaba en esos momentos.
Alce la mirada y pude ver que estaba cabizbajo ocultandose tras su flequillo.
-Yo... perdoname, no quise hablarte así. Solo... salio, no pensé-le dije, esperando a que me perdonase.
Me miro con una gran sonrisa, mostrando sus caninos. Me estremecí, ¿por qué se parecía tanto a esos felinos?
-Te perdono, ¿ahora me diras por qué estabas llorando?
-Es... bueno, no se explicarlo muy bien.
-No importa, intentalo.
Suspire, si que era persistente.
-Ayer como que me ataco una especie de lobo...-comencé.
-¿Y por eso llorabas? ¿Estás asustada?
Negué.
-No, dejame hablar si tanto te interesa-dije, él me hizo caso y callo-Pensé que iba hacer mi fin pero huyo. No se de qué pero al rato llego Zero, un compañero, sospecho de él pero no estoy segura. Cuando hable hoy con él me dijo que no tenía ninguna conexión con esa bestia. Yo se que me miente y al saber que me no confia en mi me duele demasiado, eso me hizo llorar.
Quede en silencio mientras sentía como el colchon se hundía a mi lado y como su mano se posaba sobre mi rodilla.
-¿Y qué conexión piensas que tienen?
-No lo sé, eso es lo que quiero averiguar. Aunque pueda asustarme la verdad.
Asintió.
-Voy a ayudarte, tratare de buscar información que sirva y te protegere de cualquier peligro. Minimo o mayor, no me interesa. Lo hare.
Me sentí halagada y una pequeña sonrisa se dibujo en mis labios.
-Merci-dije, él rió.
-De nada, Mei.
_______________________
Capítulo II: Desconfianza.
Los rayos del Sol se posaron sobre mi rostro haciendome despertar, abrí mis ojos lentamente para visualizar el blanco techo. Con pesadez me levanté de la cama, mi compañera ya se había despertado pero aun estaba acostada en la cama con expresión somnolienta.
-Buenos días-me saludó.
Se llamaba Naomi, ahora tenía el cabello suelto pero normalmente lo tenía atado en un rodete mientras que unos mechones caían sobre su tez morena. Era rubia y de ojos verdes; era extranjera. Por ahora no me dijo de dónde vino y eso me llama más la atención.
-Que ganas de quedarme todo el día durmiendo-comentó-Seguramente el clima esta a favor.
La verdad el cielo estaba oculto tras nubes grises, en cualquier momento lloveria.
-Tenés razón, eso es lo que parece-concordé.
Nos levantamos y las dos nos cambiamos, no me extrañaba que Naomi no usara el uniforme como se debía. Una parte de la pollera tenía cosido con hilo negro (al parecer se le había descocido, aunque no creo que le halla pasado eso), la camisa se encontraba fuera de la pollera y encima tenía el sueter. Las medias enrrolladas y usaba zapatillas, estos tenía pintado con likuid su nombre. Llevaba maquillaje negro y en sus orejas un monton de aritos. Comparada con ella me sentía una chica educada y estudiosa.
Ambas salimos del cuarto con nuestras respectivas llaves, nos despedimos y yo corrí a las escaleras. Zero ya debía estar despierto y, si no me equivocaba, en el jardín.
Por suerte no lo hice, estaba sentado bajo un árbol. Caminé hacia el en silencio, no me extrañe que no se sorprendiera al verme.
-Hola-lo saludé. Como supuse, no me respondio-, necesito hablarte sobre lo de anoche.
Alzó la mirada viendome a los ojos, un escalofrío recorrio mi espalda en ese momento al verme observada por aquellos ojos de cristal.
-Esa bestia que me ataco... ¿tiene algo que ver contigo?-procedí, contuve la respiración al terminar de decirlo.
-No-me negó, lo mire a los ojos. Supe que me mentía.
-¿Estás seguro? ¿No tenes ninguna conexión con esa bestia?-insistí, notablemente desesperada.
-No tengo nada que ver con ese animal, Mei-me dijo, me dieron ganas de llorar. Yo sabía que me mentía y que no confiara en mi me dolia demasiado.
-Bien, no me digas si no queres-dije con voz temblorosa.
Me levanté ante la atenta mirada de mi compañero, iria a un lugar a desahogarme. No lloraria delante de él.
Me comencé a alejar. No sabía si me seguia observando, pero era mejor que me viera de espaldas que de frente porque en ese momento comenzaron a brotar las lagrimas. Corrí hacia adentro de la academia donde comencé a subir las escaleras hasta mi habitación. Al llegar cerré la puerta de un portazo y me senté en el suelo. Allí deje que las lagrimas corrieran libremente. No supe cuanto tiempo paso pero estaba anocheciendo, había parado de llorar hace horas pero no me había animado a salir. No quería encontrarme con Zero, me miraria con esos ojos de vidrio insistiendome con la mirada a hacer algo que ni siquiera yo sabía qué.
Oí un par de toques en la puerta, no era Naomi porque, ya que ella tenía la llave, había entrado sin tocar. Era alguien más, no sabía quién, pero no iba a abrirle ni contestarle. Pero el sujeto no se rendía, seguía tocando cada vez más insistente. ¿Acaso no se iba a ir?
-Naomi, abreme. Se que estas ahí-escuche que me decía. Debía ser otro chico que gustaba de ella, ¡cuántos prentendientes que tenía!
-¡Naomi no esta aquí!-respondí molesta.
-¿Y quién esta?-preguntó extrañado.
-Su compañera-dije como si fuera lo más simple del mundo.
-¿Y cómo se llama su compañera?-rió. Yo rodé los ojos.
-Mei.
-Mei, ¿me abririas?-esa pregunta me sorprendió.
-Naomi no esta aquí.
-Ya lo sé, pero estoy aburrido y vos sos la única persona interesante con la que he hablado.
-No estoy de humor-respondí cortante.
-¡Ahy!-rió-Vamos, por favor, te puedo alegrar. Además, no me ire de aquí hasta que me abras.
-Como quieras.
Me quede en silencio, no pensaba abrirle. Seguramente se iria tarde o temprano. Pasaron los minutos hasta que paso media hora, tal vez se había ido. No parecía tener mucha pasiencia.
-¿Sigues ahí?-pregunté para asegurar mi sospecha.
-Obvio.
¡Demonios! ¿Acaso no se iba a rendir? Qué persistente que era, además, ¡qué angustia me daba tener que abrirle!
Me levanté del suelo y agarre mis llaves mientras me ponía un mechon de pelo atras de la oreja. Hice una mueca y abrí la puerta. El chico estaba sentado contra la pared y al verme se le dibujo una sonrisa. Era morocho con el pelo lacio y corto. Sus ojos eran verdes y llevaba el uniforme de la academia. Debía admitir que sus ojos me recordaban a los de un gato.
-¡Mei!-exclamó con alegría, se paro de un saltó lo que hizo que me sobresaltara.
-¡Desconocido!-exclamé con desgano. Él rió.
-Soy Ryoku, un gusto madame-me dijo haciendo una reverencia. Yo me corrí a un lao para dejarlo pasar-Merci, madame.
-Deja de hablar en francés, por favor.
-¡Bien!
-Merci.
El largo una carcajada al oirme pero paso por la puerta. Se acostó sobre mi cama como si fuera la suya. Suspire y me senté en la de Naomi ya que él la ocupaba toda. Lo ignore mientras el "invitado" me miraba, no me gustaba que la gente me observase fijamente. Me hacía sentir incómoda y a la vez nerviosa.
-¿Estabas llorando?-esa pregunta me sorprendio, no estaba muy segura que me hayan quedado rojos los ojos pero podía ser, ahora no queria pensar que podía ser otra cosa.
-Eso no te interesa-respondí con un bufido.
-¡Claro que sí! Si alguien llora obviamente que me voy a preocupar.
-Pues no deberias, es mi problema no tuyo.
Supiro con cansancio, harto de mi actitud.
-Solo me estaba preocupando por vos-se justifico, por su voz note que estaba dolido.
Hicimos silencio, al oirlo me había sentí culpable. Nunca creí que me iba a comportar de esa forma, y menos con alguien que insistía en hacerme compañia que era algo que necesitaba en esos momentos.
Alce la mirada y pude ver que estaba cabizbajo ocultandose tras su flequillo.
-Yo... perdoname, no quise hablarte así. Solo... salio, no pensé-le dije, esperando a que me perdonase.
Me miro con una gran sonrisa, mostrando sus caninos. Me estremecí, ¿por qué se parecía tanto a esos felinos?
-Te perdono, ¿ahora me diras por qué estabas llorando?
-Es... bueno, no se explicarlo muy bien.
-No importa, intentalo.
Suspire, si que era persistente.
-Ayer como que me ataco una especie de lobo...-comencé.
-¿Y por eso llorabas? ¿Estás asustada?
Negué.
-No, dejame hablar si tanto te interesa-dije, él me hizo caso y callo-Pensé que iba hacer mi fin pero huyo. No se de qué pero al rato llego Zero, un compañero, sospecho de él pero no estoy segura. Cuando hable hoy con él me dijo que no tenía ninguna conexión con esa bestia. Yo se que me miente y al saber que me no confia en mi me duele demasiado, eso me hizo llorar.
Quede en silencio mientras sentía como el colchon se hundía a mi lado y como su mano se posaba sobre mi rodilla.
-¿Y qué conexión piensas que tienen?
-No lo sé, eso es lo que quiero averiguar. Aunque pueda asustarme la verdad.
Asintió.
-Voy a ayudarte, tratare de buscar información que sirva y te protegere de cualquier peligro. Minimo o mayor, no me interesa. Lo hare.
Me sentí halagada y una pequeña sonrisa se dibujo en mis labios.
-Merci-dije, él rió.
-De nada, Mei.
Akane- Admin
- Mensajes : 3182
Fecha de inscripción : 28/08/2009
Edad : 28
Localización : En mi jardín secreto... -3-
Re: El Demonio de los Ojos Azules
Uhh el chiquito ese era el lobo =D u_u esta muy bueno, seguilo!!
Riza Hawkeye- Mensajes : 31
Fecha de inscripción : 23/07/2010
Re: El Demonio de los Ojos Azules
esta muy interesante quiero saber que pasa siguelo!!!! ^^
lili- Mensajes : 20
Fecha de inscripción : 26/07/2010
Re: El Demonio de los Ojos Azules
El chiquitito? XD
Ya tengo hecho la historia hasta el capítulo cuatro, así que les pongo el siguiente:
_________________
Capítulo III: El Misterio del Cielo.
Comencé a abrir los ojos, al mirar hacia el despertador que se encontraba en la mesa de luz pude ver que marcaba las diez y cuarto de la mañana, no me sorprendia que Naomi siguiera dormida. Me levante de mi cama para dirigirme al armario, saque de allí una remera rosa con una falda negra y un par de zapatos. Era sabado así que no tenía clases.
Al terminar de cambiarme fui hacia la ventana, el cielo seguia cubierto por nubes grises. Me extrañaba mucho, hace días que estaba así el clima pero nunca llovia. Comenzó a suceder esto cuando Zero llegó aquí... no podía ser una simple coincidencia. Ni siquiera podía ser una, él tenía que ver con todo esto pero cómo y por qué tenía que ver. Lo queria saber pero no tenía idea en cómo averiguarlo. Y sabía que no me lo iba a decir, debía buscar otra manera. Pero... ¿cuál? Podía seguirlo, no sabía si me iba a descubrir o no, pero siempre podía hacer el intento.
Suspire profundo y agarrando mi llave salí de mi habitación, corrí escaleras abajo para ir al comedor. La mayoria estaba desayunando, me preguntaba si aun quedaba comida.
-¡Mei!-escuche que me llamaban, al darme la vuelta noté que era Ryoku corriendo hacia mi-Al fin despertaste, ven, te presentare a unos amigos.
Me cogio de la mano y me guio hasta que yo visualice un grupo de personas. Había dos varones y una mujer. Me llamo la atención sus ojos, eran parecidos a los de un gato, y también la vestimenta de la mujer. Esta tenía los caninos afuera, mordiendose el labio inferior. Me hacía recordar a un vampiro y eso me había estremecer. Los varones eran gemelos, se notaba con solo verlos.
-Ellos son: Akira, Daisuke y Kyon. Chicos, ella es Mei-nos presentó, tal como yo a ellos me inspeccionaron con la mirada.
Akira era la mujer, tenía el cabello pelirrojo y recto, le llegaba hasta la cintura. Sus ojos eran verdes y grandes. La ropa que usaba era más estrafalaria de lo que se acostumbraba aqui. Tenía el top negro con cadenas colgando de él, no tenía tirantes y no le llegaba a cubrir el estómago. La parte de abajo era una simple falda blanca con toques de negro, sus zapatos tenían como diez centímetros de taco. Me preguntaba cómo podía caminar con ellos.
Daisuke era castaño y con el pelo corto, sus ojos eran parecidos a los de un gato pero no resaltaban. Su ropa era más tranquila, tenía un jean azul con una remera roja con una ilustración negra en el centro.
Kyon era identico al otro, excepto que tenía el cabello atado en una coleta azul oscuro. Su ropa era totalmente negra.
-Me ayudaran a buscar información de eso que te preocupa-eso hizo que lo mirara cortante.
-¡¿Se lo contaste a ellos?!-le grité molesta-¡Se suponía que nadie más debía saberlo!
-Es que como que yo no soy muy bueno y ellos sí-trató de explicarse.
-Pero contarle eso a cualquiera puede complicarse. Y bueno...
-No te preocupes, ellos son de confianza.
Suspire, esperando que estuviera en lo cierto.
Luego de desayunar con ellos salí afuera, no había nadie excepto una persona. No distinguia bien su silueta aunque ya pensaba quién era. La única persona que podía estar con este clima y solo era Zero. No lo entendía bien y debía admitir que me daba cierto miedo.
Me acerque a él con sigilo, tenía la mirada perdida y triste. Eso me rompio el corazón, no me agradaba verlo así.
-Zero... ¿estás bien?-al decir esto me miro sorprendido, como si no hubiera notado que estaba allí.
-¿Por qué tenés ese olor?
-¿Eh?-me confundí, no entendía a qué se referia.
-El olor a ese gato asqueroso-me aclaró arrugando la nariz.
-No he estado con ningún gato, Zero-dije incredula.
-Me refiero a ese Ryoku-me respondió, cuando lo hizo entendí, pero... ¿por qué lo llamaba así?
-No es ningún gato asqueroso, es una buena persona que se preocupa por mi.
-No vuelvas a verlo-me ordenó con sequedad.
-¿Qué? No, lo seguire viendo si quiero. A vos no te hace daño que este con él.
-No es lo que vos crees, Mei.
-¿Y qué es entonces?
Él aparto la mirada molesto reusandoce a responder. Otra vez me ocultaba las cosas.
-Siempre es lo mismo con vos-susurré bajando la mirada mientras me mordía el labio inferior. Zero me miro sorprendido y sin comprender-No me dices nada, desde que llegaste aqui pasa algo raro con el clima. Siempre esta nublado y apunto de llover, aunque no pasa nada. Y el otro día... con ese lobo... Yo se que me mentis.
No pude evitarlo, nuevas lagrimas brotaron de mis ojos. Trate de contenerme, pero no podía pararlas. Estaba llorando ante él, lo que menos quería.
-¿Por qué tengo que llorar cada vez que hablo contigo?-me queje limpiandome las lagrimas.
-¿Cada... vez?-tartamudeo, yo suspire.
-Ayer, cuando me mentiste diciendo que no tenías ninguna conexión con ese animal.
-¿Te hice llorar?
Asentí.
Nos quedamos callados, yo lloraba en silencio. Cuando me dejaron de caer lágrimas y mis sollozos disminuyeron se escucho un trueno, aunque la lluvia no caía. Alcé la mirada, Zero estaba agarrandose la cabeza al mismo tiempo que se corría los mechones castaños de la frente. Estaba con los ojos cerrados y el ceño fruncido.
-En fin, ahora me voy. Lo lamento si te hice pasar un momento incómodo-diciendo esto me levanté, me confundí al ver que él también lo hacía.
Me miro con esos ojos de crustal pero no dijo nada, a mi me hubiese gustado que hablara, aunque sea un simple 'Adiós' pero no.
Ahora se estaba alejando, a pesar de estar dólida por su silencio lo seguí. No fue hacia el bosque como de costumbre, si no adentro de la academia. Fue hacia el comedor donde aparto a Ryoku de allí, no entendía qué problema tenía con él. Dudé en seguirlos, aunque mi curiosidad fue más fuerte que la duda.
Fueron al patio, yo me quede en adentro. En un lugar donde podía ver a los dos y escucharlos. Solo esperaba que no se dieran cuenta que estaba allí, si no mi plan no funcionaria.
-¿Por qué te acercaste a Mei?-dijo Zero.
-La había notado triste, quería animarla. ¿Sabés por qué lo estaba? Porque le mentiste, perrito.
Oí un gruñido y un nuevo trueno se oyó.
-Alejate de ella.
-¡Vaya! Si que estás enojado, me gustaria verte llorar. Sería divertido y ayudaria a las sequias de la zona.
-Para de decir tonterías.
Mi amigo rió.
-Bien, como quieras-respondió-Pero no me alejare de Mei, le haría daño.
Zero frunció el ceño.
-Si no lo haces corres peligro de muerte, gato.
-¿Ahora me estás advirtiendo? Qué amable.
-Solo digo, tu elijes. Además, sé que sabes bien que no me voy a contener.
-Nada menos las lagrimas-rió.
Mi compañero no respondió, cuando paso al lado de Ryoku dispuesto a irse el de rasgos felinos sonrió.
-Te conviene apurarte a decirle todo a Mei porque si no sera mia-le dijo, luego comenzó a caminar perdiendose en el bosque.
Siluetas que no conocí salieron de la ventana de la academia siguiendolo. Yo los ignore y mire a mi compañero de ojos cristalinos. Lo mire preocupada, estaba cabizbajo. No dudé en salir de mi escondite y acercarme a él, puse mi mano sobre su hombro y él alzó la vista sorprendido.
-Zero... ¿qué esta sucediendo?
Ya tengo hecho la historia hasta el capítulo cuatro, así que les pongo el siguiente:
_________________
Capítulo III: El Misterio del Cielo.
Comencé a abrir los ojos, al mirar hacia el despertador que se encontraba en la mesa de luz pude ver que marcaba las diez y cuarto de la mañana, no me sorprendia que Naomi siguiera dormida. Me levante de mi cama para dirigirme al armario, saque de allí una remera rosa con una falda negra y un par de zapatos. Era sabado así que no tenía clases.
Al terminar de cambiarme fui hacia la ventana, el cielo seguia cubierto por nubes grises. Me extrañaba mucho, hace días que estaba así el clima pero nunca llovia. Comenzó a suceder esto cuando Zero llegó aquí... no podía ser una simple coincidencia. Ni siquiera podía ser una, él tenía que ver con todo esto pero cómo y por qué tenía que ver. Lo queria saber pero no tenía idea en cómo averiguarlo. Y sabía que no me lo iba a decir, debía buscar otra manera. Pero... ¿cuál? Podía seguirlo, no sabía si me iba a descubrir o no, pero siempre podía hacer el intento.
Suspire profundo y agarrando mi llave salí de mi habitación, corrí escaleras abajo para ir al comedor. La mayoria estaba desayunando, me preguntaba si aun quedaba comida.
-¡Mei!-escuche que me llamaban, al darme la vuelta noté que era Ryoku corriendo hacia mi-Al fin despertaste, ven, te presentare a unos amigos.
Me cogio de la mano y me guio hasta que yo visualice un grupo de personas. Había dos varones y una mujer. Me llamo la atención sus ojos, eran parecidos a los de un gato, y también la vestimenta de la mujer. Esta tenía los caninos afuera, mordiendose el labio inferior. Me hacía recordar a un vampiro y eso me había estremecer. Los varones eran gemelos, se notaba con solo verlos.
-Ellos son: Akira, Daisuke y Kyon. Chicos, ella es Mei-nos presentó, tal como yo a ellos me inspeccionaron con la mirada.
Akira era la mujer, tenía el cabello pelirrojo y recto, le llegaba hasta la cintura. Sus ojos eran verdes y grandes. La ropa que usaba era más estrafalaria de lo que se acostumbraba aqui. Tenía el top negro con cadenas colgando de él, no tenía tirantes y no le llegaba a cubrir el estómago. La parte de abajo era una simple falda blanca con toques de negro, sus zapatos tenían como diez centímetros de taco. Me preguntaba cómo podía caminar con ellos.
Daisuke era castaño y con el pelo corto, sus ojos eran parecidos a los de un gato pero no resaltaban. Su ropa era más tranquila, tenía un jean azul con una remera roja con una ilustración negra en el centro.
Kyon era identico al otro, excepto que tenía el cabello atado en una coleta azul oscuro. Su ropa era totalmente negra.
-Me ayudaran a buscar información de eso que te preocupa-eso hizo que lo mirara cortante.
-¡¿Se lo contaste a ellos?!-le grité molesta-¡Se suponía que nadie más debía saberlo!
-Es que como que yo no soy muy bueno y ellos sí-trató de explicarse.
-Pero contarle eso a cualquiera puede complicarse. Y bueno...
-No te preocupes, ellos son de confianza.
Suspire, esperando que estuviera en lo cierto.
Luego de desayunar con ellos salí afuera, no había nadie excepto una persona. No distinguia bien su silueta aunque ya pensaba quién era. La única persona que podía estar con este clima y solo era Zero. No lo entendía bien y debía admitir que me daba cierto miedo.
Me acerque a él con sigilo, tenía la mirada perdida y triste. Eso me rompio el corazón, no me agradaba verlo así.
-Zero... ¿estás bien?-al decir esto me miro sorprendido, como si no hubiera notado que estaba allí.
-¿Por qué tenés ese olor?
-¿Eh?-me confundí, no entendía a qué se referia.
-El olor a ese gato asqueroso-me aclaró arrugando la nariz.
-No he estado con ningún gato, Zero-dije incredula.
-Me refiero a ese Ryoku-me respondió, cuando lo hizo entendí, pero... ¿por qué lo llamaba así?
-No es ningún gato asqueroso, es una buena persona que se preocupa por mi.
-No vuelvas a verlo-me ordenó con sequedad.
-¿Qué? No, lo seguire viendo si quiero. A vos no te hace daño que este con él.
-No es lo que vos crees, Mei.
-¿Y qué es entonces?
Él aparto la mirada molesto reusandoce a responder. Otra vez me ocultaba las cosas.
-Siempre es lo mismo con vos-susurré bajando la mirada mientras me mordía el labio inferior. Zero me miro sorprendido y sin comprender-No me dices nada, desde que llegaste aqui pasa algo raro con el clima. Siempre esta nublado y apunto de llover, aunque no pasa nada. Y el otro día... con ese lobo... Yo se que me mentis.
No pude evitarlo, nuevas lagrimas brotaron de mis ojos. Trate de contenerme, pero no podía pararlas. Estaba llorando ante él, lo que menos quería.
-¿Por qué tengo que llorar cada vez que hablo contigo?-me queje limpiandome las lagrimas.
-¿Cada... vez?-tartamudeo, yo suspire.
-Ayer, cuando me mentiste diciendo que no tenías ninguna conexión con ese animal.
-¿Te hice llorar?
Asentí.
Nos quedamos callados, yo lloraba en silencio. Cuando me dejaron de caer lágrimas y mis sollozos disminuyeron se escucho un trueno, aunque la lluvia no caía. Alcé la mirada, Zero estaba agarrandose la cabeza al mismo tiempo que se corría los mechones castaños de la frente. Estaba con los ojos cerrados y el ceño fruncido.
-En fin, ahora me voy. Lo lamento si te hice pasar un momento incómodo-diciendo esto me levanté, me confundí al ver que él también lo hacía.
Me miro con esos ojos de crustal pero no dijo nada, a mi me hubiese gustado que hablara, aunque sea un simple 'Adiós' pero no.
Ahora se estaba alejando, a pesar de estar dólida por su silencio lo seguí. No fue hacia el bosque como de costumbre, si no adentro de la academia. Fue hacia el comedor donde aparto a Ryoku de allí, no entendía qué problema tenía con él. Dudé en seguirlos, aunque mi curiosidad fue más fuerte que la duda.
Fueron al patio, yo me quede en adentro. En un lugar donde podía ver a los dos y escucharlos. Solo esperaba que no se dieran cuenta que estaba allí, si no mi plan no funcionaria.
-¿Por qué te acercaste a Mei?-dijo Zero.
-La había notado triste, quería animarla. ¿Sabés por qué lo estaba? Porque le mentiste, perrito.
Oí un gruñido y un nuevo trueno se oyó.
-Alejate de ella.
-¡Vaya! Si que estás enojado, me gustaria verte llorar. Sería divertido y ayudaria a las sequias de la zona.
-Para de decir tonterías.
Mi amigo rió.
-Bien, como quieras-respondió-Pero no me alejare de Mei, le haría daño.
Zero frunció el ceño.
-Si no lo haces corres peligro de muerte, gato.
-¿Ahora me estás advirtiendo? Qué amable.
-Solo digo, tu elijes. Además, sé que sabes bien que no me voy a contener.
-Nada menos las lagrimas-rió.
Mi compañero no respondió, cuando paso al lado de Ryoku dispuesto a irse el de rasgos felinos sonrió.
-Te conviene apurarte a decirle todo a Mei porque si no sera mia-le dijo, luego comenzó a caminar perdiendose en el bosque.
Siluetas que no conocí salieron de la ventana de la academia siguiendolo. Yo los ignore y mire a mi compañero de ojos cristalinos. Lo mire preocupada, estaba cabizbajo. No dudé en salir de mi escondite y acercarme a él, puse mi mano sobre su hombro y él alzó la vista sorprendido.
-Zero... ¿qué esta sucediendo?
Akane- Admin
- Mensajes : 3182
Fecha de inscripción : 28/08/2009
Edad : 28
Localización : En mi jardín secreto... -3-
Re: El Demonio de los Ojos Azules
0w0 se esta poniendo interesante conti..conti..conti!!!
lili- Mensajes : 20
Fecha de inscripción : 26/07/2010
Re: El Demonio de los Ojos Azules
P*** seguilo!! XD
Riza Hawkeye- Mensajes : 31
Fecha de inscripción : 23/07/2010
Re: El Demonio de los Ojos Azules
Acá esta la continuación n_n
_________________
Capítulo IV: Licántropos.
Me miro con esos ojos fríos y celestes, yo le insistía con la mirada esperando a que cediera. Debía hacerlo, lo había escuchado.
Suspiro, noté que estaba dólido.
-Te mentí, Mei, Si tengo conexión con ese lobo, tenías razón-me dijo, hubiese sonreido con victoria si no sabría que le dólia mucho decirlo-Yo soy un demonio..
-¿A qué te refieres?-me atreví a preguntar.
-Controlo a los licántropos, hacen lo que les ordene. El que te atacó la otra noche fue encontra de las reglas, por eso huyó cuando aparecí.
-¿Encontra de las reglas?
-Las que impuse, uno de ellos dice que ningún licántropo debe atacarte.
-¿Y por qué uno de ellos la incumplio?
-Se tentó, si alguno de ellos te consigue puede volverse m´s fuerte que yo y así gobernar.
-¿Están contra ti?
-Sí, pero aun deben obedecerme.
-Ya veo... pero, ¿por qué yo?
-Porque eres importante para la vida de alguien-respondió, que me lo dijera así me había confundido, pero no me atreví a preguntar quién era esa persona-Sobre como esta el clima el culpable soy yo, estoy conectado, más bien mis sentimientos, con el clima. Depende cuánto ánimo tengo es cómo esta el día.
-Ya veo...-entendía aunque la explicasión era algo confusa. Ahora sabía bien cómo se sentía.
No me sentía muy a gusto cómo estaba, era doloroso.
-¿Y qué sucede con Ryoku? ¿Por qué lo odias tanto?
-Con su especie estamos en una especie de guerra, ambos te queremos. A diferencia de mi él no impide que te ataquen.
-Pero además del lobo nada ni nadie lo ha hecho.
-Eso es porque les gusta jugar con su presa.
-Y dime... ¿Ryoku también piensa que soy una?
Él asintió y yo endurecí la mandíbula, había sido una ingenua. Me había dejado engañar.
-Entiendo, desde ahora estare más atenta con todo esto. Gracias por decirmelo, ¿por qué no lo habías hecho?
-Pensé que si te ocultaba no te haría daño, pero veo que me equivoque-al oir eso por parte de Zero mis ojos se aguaron. No podía creerlo.
-Zero...-susurré mientras comenzaba a sonreir con alegría.
No pude evitarlo, lo abrace. A pesar de la emoción que me había causado eso de parte de él sabía que lo necesitaba. Él... necesitaba ser mimado como un chico pequeño, sufría mucho y lo peor es que contenía las lágrimas.
Oí a personas susurrando, y después risas y suspiros. Mire hacia donde era y vi a varias mujeres y varones mirando la escena. No sabía si habían escuchado la explicasión de mi compañero pero seguramente habían visto cuando lo abrace. Me sonroje mientras me separaba, mi acción había sido por emoción y compación.
-Qué linda escena-dijo una chica con una sonrisa.
-Yo sabía que iban a terminar juntos-repusó otro.
-¿No estaba con Ryoku Mei?-pregunto otra chica confundida.
-¡Dense un beso!-exclamó un chico divertido.
Yo no hable, bueno, ¿qué diria? Iba a meter la pata.
Zero paso por al lado mio y luego del lado de ellos, lo hizo tan tranquilo que me sorprendí. Me alegraba que no le afectara y que sevaya, aunque esto último en parte porque cuando lo hice me comenaron hacer preguntas al respecto.
-¿Están saliendo juntos?
-¿Por qué lo mantienen en secreto?
-¿No estabas saliendo con Ryoku?
Me las preguntaban tan rápido que no me dejaban tiempo de responder, antes de que me acorralaran en la pared alguien me agarro del brazo y m arrastro apartandome de esas personas. Alce la mirada mientras corria para ver quién había sido. Estaba de espaldas y debo decir que me extraño su vestuario. Tenía una minifalda roja con un par de cadenas largas y negras colgando de la cintura. Un top negro que no le tapaba el estómago, en las muñecas tenía pulceras plateadas, negras y rojas. Abajo de ellas dos muñequeras blancas. Su cabello era negro como la tinta, le llegaba hasta la cintura confundiendose con el top.
Cuando paramos de correr ella se volvio hacia mi, tenía los ojos negros y la tez pálida.
-Debo decirte gracias por sacarme de allí-le dije con una gran sonrisa.
-No quiero tu agradecimiento, quiero tu muerte-esas palabras me sorprendieron y a la vez me asystó, toda la explicasión de Zero se me vino a la mente.
-¿Acaso tu eres una...?
-Licántropa, sí, lo soy. Pero no te busco por lo que crees-aguarde en silencio-Tu eres la persona más importante para Zero, ¿por qué? Aun no lo se, ya que ni siquiera son de la misma especie y además le has traído solo problemas.
Tenía razón, solo le había traído problemas. Recién me había enterado de lo que pasaba. Zero me lo había dicho. Y fue obvio que lo hizo encontra de su voluntad.
-Vos tampoco sos de su especie...-susurré con la vista baja.
-No, pero me acerco a lo que es él. En cambio tu eres una simple humana. En fin, volviendo a lo otro, te matare ahora y en directo, el por qué es muy simple, a mi me guta Zero-yo abrí los ojos sorprendida alzando la mirada para mirarla.
Estaba lista para atacar, mostraba los dientes. Me sorprendí en exceso al ver que sus rasgos comenzaban a degormarse y se le formaba un hosico. El cabello le comenzó a recortarse. Y antes de que pudiera reaccionar tenía un lobo de pelaje negro enfrente mio. Me habría atacado si un disparo no se hubiese escuchado. Miro hacia la dirección donde se produjo, pude verla holfatear el aire para luego huir de allí. Volví mi mirada hacia donde había visto, no había nadie. Alguien me tocó el hombro y yo volteé asustada, pero al ver que solo era Naomi suspire con alivio.
-Naomi... qué susto...-le dije, pero al ver la arma entre sus manos morenas endurecí la mandíbula y mis ojos mostraron temor.
__________________
El proximo capítulo se llama "Ella es..." nwn
_________________
Capítulo IV: Licántropos.
Me miro con esos ojos fríos y celestes, yo le insistía con la mirada esperando a que cediera. Debía hacerlo, lo había escuchado.
Suspiro, noté que estaba dólido.
-Te mentí, Mei, Si tengo conexión con ese lobo, tenías razón-me dijo, hubiese sonreido con victoria si no sabría que le dólia mucho decirlo-Yo soy un demonio..
-¿A qué te refieres?-me atreví a preguntar.
-Controlo a los licántropos, hacen lo que les ordene. El que te atacó la otra noche fue encontra de las reglas, por eso huyó cuando aparecí.
-¿Encontra de las reglas?
-Las que impuse, uno de ellos dice que ningún licántropo debe atacarte.
-¿Y por qué uno de ellos la incumplio?
-Se tentó, si alguno de ellos te consigue puede volverse m´s fuerte que yo y así gobernar.
-¿Están contra ti?
-Sí, pero aun deben obedecerme.
-Ya veo... pero, ¿por qué yo?
-Porque eres importante para la vida de alguien-respondió, que me lo dijera así me había confundido, pero no me atreví a preguntar quién era esa persona-Sobre como esta el clima el culpable soy yo, estoy conectado, más bien mis sentimientos, con el clima. Depende cuánto ánimo tengo es cómo esta el día.
-Ya veo...-entendía aunque la explicasión era algo confusa. Ahora sabía bien cómo se sentía.
No me sentía muy a gusto cómo estaba, era doloroso.
-¿Y qué sucede con Ryoku? ¿Por qué lo odias tanto?
-Con su especie estamos en una especie de guerra, ambos te queremos. A diferencia de mi él no impide que te ataquen.
-Pero además del lobo nada ni nadie lo ha hecho.
-Eso es porque les gusta jugar con su presa.
-Y dime... ¿Ryoku también piensa que soy una?
Él asintió y yo endurecí la mandíbula, había sido una ingenua. Me había dejado engañar.
-Entiendo, desde ahora estare más atenta con todo esto. Gracias por decirmelo, ¿por qué no lo habías hecho?
-Pensé que si te ocultaba no te haría daño, pero veo que me equivoque-al oir eso por parte de Zero mis ojos se aguaron. No podía creerlo.
-Zero...-susurré mientras comenzaba a sonreir con alegría.
No pude evitarlo, lo abrace. A pesar de la emoción que me había causado eso de parte de él sabía que lo necesitaba. Él... necesitaba ser mimado como un chico pequeño, sufría mucho y lo peor es que contenía las lágrimas.
Oí a personas susurrando, y después risas y suspiros. Mire hacia donde era y vi a varias mujeres y varones mirando la escena. No sabía si habían escuchado la explicasión de mi compañero pero seguramente habían visto cuando lo abrace. Me sonroje mientras me separaba, mi acción había sido por emoción y compación.
-Qué linda escena-dijo una chica con una sonrisa.
-Yo sabía que iban a terminar juntos-repusó otro.
-¿No estaba con Ryoku Mei?-pregunto otra chica confundida.
-¡Dense un beso!-exclamó un chico divertido.
Yo no hable, bueno, ¿qué diria? Iba a meter la pata.
Zero paso por al lado mio y luego del lado de ellos, lo hizo tan tranquilo que me sorprendí. Me alegraba que no le afectara y que sevaya, aunque esto último en parte porque cuando lo hice me comenaron hacer preguntas al respecto.
-¿Están saliendo juntos?
-¿Por qué lo mantienen en secreto?
-¿No estabas saliendo con Ryoku?
Me las preguntaban tan rápido que no me dejaban tiempo de responder, antes de que me acorralaran en la pared alguien me agarro del brazo y m arrastro apartandome de esas personas. Alce la mirada mientras corria para ver quién había sido. Estaba de espaldas y debo decir que me extraño su vestuario. Tenía una minifalda roja con un par de cadenas largas y negras colgando de la cintura. Un top negro que no le tapaba el estómago, en las muñecas tenía pulceras plateadas, negras y rojas. Abajo de ellas dos muñequeras blancas. Su cabello era negro como la tinta, le llegaba hasta la cintura confundiendose con el top.
Cuando paramos de correr ella se volvio hacia mi, tenía los ojos negros y la tez pálida.
-Debo decirte gracias por sacarme de allí-le dije con una gran sonrisa.
-No quiero tu agradecimiento, quiero tu muerte-esas palabras me sorprendieron y a la vez me asystó, toda la explicasión de Zero se me vino a la mente.
-¿Acaso tu eres una...?
-Licántropa, sí, lo soy. Pero no te busco por lo que crees-aguarde en silencio-Tu eres la persona más importante para Zero, ¿por qué? Aun no lo se, ya que ni siquiera son de la misma especie y además le has traído solo problemas.
Tenía razón, solo le había traído problemas. Recién me había enterado de lo que pasaba. Zero me lo había dicho. Y fue obvio que lo hizo encontra de su voluntad.
-Vos tampoco sos de su especie...-susurré con la vista baja.
-No, pero me acerco a lo que es él. En cambio tu eres una simple humana. En fin, volviendo a lo otro, te matare ahora y en directo, el por qué es muy simple, a mi me guta Zero-yo abrí los ojos sorprendida alzando la mirada para mirarla.
Estaba lista para atacar, mostraba los dientes. Me sorprendí en exceso al ver que sus rasgos comenzaban a degormarse y se le formaba un hosico. El cabello le comenzó a recortarse. Y antes de que pudiera reaccionar tenía un lobo de pelaje negro enfrente mio. Me habría atacado si un disparo no se hubiese escuchado. Miro hacia la dirección donde se produjo, pude verla holfatear el aire para luego huir de allí. Volví mi mirada hacia donde había visto, no había nadie. Alguien me tocó el hombro y yo volteé asustada, pero al ver que solo era Naomi suspire con alivio.
-Naomi... qué susto...-le dije, pero al ver la arma entre sus manos morenas endurecí la mandíbula y mis ojos mostraron temor.
__________________
El proximo capítulo se llama "Ella es..." nwn
Akane- Admin
- Mensajes : 3182
Fecha de inscripción : 28/08/2009
Edad : 28
Localización : En mi jardín secreto... -3-
Re: El Demonio de los Ojos Azules
0w0 hoo quiero saber que le pasa a mei..esta super interesante conti conti conti * haciendo porras*
lili- Mensajes : 20
Fecha de inscripción : 26/07/2010
Re: El Demonio de los Ojos Azules
Acá esta la continuación, disfrutenla:
_________________
Capítulo V: Ella es…
Estábamos al principio del bosque sentadas sobre un árbol caído, me sentía incómoda al saber que ella tenía un arma. Aun no me había dicho el por qué lo que había que tenga miedo.
-Naomi… ¿qué sucede?-me atreví a preguntar.
-No hace falta que te lo diga si ya lo sabes todo-repuso, yo me confundí-¿Zero no te lo contó?
-Él… me explico varias cosas pero nunca te menciono.
Ahora la confundida era ella, agarro el rifle para ponerlo entre sus piernas donde apoyo el mentón sobre el mango.
-Ya veo… entonces tendré que hacerlo yo-noté que no le agradaba hacerlo, aunque no le cabía de otra-Soy… una especie de cazadora. Mató toda cosa que se refiere a “mitológico”.
-¿Por qué? Esas criaturas también merecen vivir-me queje olvidándome del arma.
-No soy una cazadora de sangre fría, solo cazo a los que merecen morir.
-¿Y el disparo anterior? Esa licántropo no merecía morir.
-Solo fue un disparo para ahuyentarla-explicó rodando los ojos-En fin, no me interesa esa cosa, si no otro.
-¿Quién…?
-Zero.
Me mostré sorprendida, ¿Zero? ¿Por qué él? No lo merecía, era alguien inocente.
-¿Por qué…? Si él no hizo nada malo.
-Hace mucho tiempo que lo quiero cazar pero gracias a mi mitad no puedo-bufó eludiendo mi pregunta.
-¿Tu… mitad?
-Soy mitad licántropo, y gracias a ello no puedo matar al maldito ingrato.
-Ya veo… pero aun no me dijiste el por qué de cazarlo-insistí.
-Esa es una historia que debe ser contada en otra ocasión-se excusó, me moleste pero no me quejé. Tal vez me enteraría más adelante.
Nos quedamos en silencio hasta que ella se levantó poniéndose el rifle en el hombro mientras lo sostenía. Alce la mirada algo confusa.
-Ahora me voy, nos vemos a la noche-me dijo, voltee confundida al verla caminar más adentro del bosque.
-¿Adonde vas?-pregunté.
-A encontrar a un duende-respondió, ¿también existían los duendes? ¿Qué más? ¿Las hadas?-Y vos a la academia, puede que alguien más te ataque. Acuerdas que sos la Joya.
No respondí, era verdad.
Se perdió de vista entre la maleza, yo comencé a caminar hacia la academia. Me preguntaba dónde estaba Zero, seguramente me sentiría más segura estando con él.
________________________
Perdón que me haya salido corto D:
Espero que les haya gustado, comenten, eh? -wo
_________________
Capítulo V: Ella es…
Estábamos al principio del bosque sentadas sobre un árbol caído, me sentía incómoda al saber que ella tenía un arma. Aun no me había dicho el por qué lo que había que tenga miedo.
-Naomi… ¿qué sucede?-me atreví a preguntar.
-No hace falta que te lo diga si ya lo sabes todo-repuso, yo me confundí-¿Zero no te lo contó?
-Él… me explico varias cosas pero nunca te menciono.
Ahora la confundida era ella, agarro el rifle para ponerlo entre sus piernas donde apoyo el mentón sobre el mango.
-Ya veo… entonces tendré que hacerlo yo-noté que no le agradaba hacerlo, aunque no le cabía de otra-Soy… una especie de cazadora. Mató toda cosa que se refiere a “mitológico”.
-¿Por qué? Esas criaturas también merecen vivir-me queje olvidándome del arma.
-No soy una cazadora de sangre fría, solo cazo a los que merecen morir.
-¿Y el disparo anterior? Esa licántropo no merecía morir.
-Solo fue un disparo para ahuyentarla-explicó rodando los ojos-En fin, no me interesa esa cosa, si no otro.
-¿Quién…?
-Zero.
Me mostré sorprendida, ¿Zero? ¿Por qué él? No lo merecía, era alguien inocente.
-¿Por qué…? Si él no hizo nada malo.
-Hace mucho tiempo que lo quiero cazar pero gracias a mi mitad no puedo-bufó eludiendo mi pregunta.
-¿Tu… mitad?
-Soy mitad licántropo, y gracias a ello no puedo matar al maldito ingrato.
-Ya veo… pero aun no me dijiste el por qué de cazarlo-insistí.
-Esa es una historia que debe ser contada en otra ocasión-se excusó, me moleste pero no me quejé. Tal vez me enteraría más adelante.
Nos quedamos en silencio hasta que ella se levantó poniéndose el rifle en el hombro mientras lo sostenía. Alce la mirada algo confusa.
-Ahora me voy, nos vemos a la noche-me dijo, voltee confundida al verla caminar más adentro del bosque.
-¿Adonde vas?-pregunté.
-A encontrar a un duende-respondió, ¿también existían los duendes? ¿Qué más? ¿Las hadas?-Y vos a la academia, puede que alguien más te ataque. Acuerdas que sos la Joya.
No respondí, era verdad.
Se perdió de vista entre la maleza, yo comencé a caminar hacia la academia. Me preguntaba dónde estaba Zero, seguramente me sentiría más segura estando con él.
________________________
Perdón que me haya salido corto D:
Espero que les haya gustado, comenten, eh? -wo
Akane- Admin
- Mensajes : 3182
Fecha de inscripción : 28/08/2009
Edad : 28
Localización : En mi jardín secreto... -3-
Re: El Demonio de los Ojos Azules
Mmm, ahora todos eran Licantropos?? o.O MB Conti!!
Riza Hawkeye- Mensajes : 31
Fecha de inscripción : 23/07/2010
Re: El Demonio de los Ojos Azules
hooooooo, esta super interesante espero conti con ancias..
lili- Mensajes : 20
Fecha de inscripción : 26/07/2010
Re: El Demonio de los Ojos Azules
Acá esta la conti, me salio más corto, perdonen:
_____
Capítulo V: Ella es…
Estábamos al principio del bosque sentadas sobre un árbol caído, me sentía incómoda al saber que ella tenía un arma. Aun no me había dicho el por qué lo que había que tenga miedo.
-Naomi… ¿qué sucede?-me atreví a preguntar.
-No hace falta que te lo diga si ya lo sabes todo-repuso, yo me confundí-¿Zero no te lo contó?
-Él… me explico varias cosas pero nunca te menciono.
Ahora la confundida era ella, agarro el rifle para ponerlo entre sus piernas donde apoyo el mentón sobre el mango.
-Ya veo… entonces tendré que hacerlo yo-noté que no le agradaba hacerlo, aunque no le cabía de otra-Soy… una especie de cazadora. Mató toda cosa que se refiere a “mitológico”.
-¿Por qué? Esas criaturas también merecen vivir-me queje olvidándome del arma.
-No soy una cazadora de sangre fría, solo cazo a los que merecen morir.
-¿Y el disparo anterior? Esa licántropo no merecía morir.
-Solo fue un disparo para ahuyentarla-explicó rodando los ojos-En fin, no me interesa esa cosa, si no otro.
-¿Quién…?
-Zero.
Me mostré sorprendida, ¿Zero? ¿Por qué él? No lo merecía, era alguien inocente.
-¿Por qué…? Si él no hizo nada malo.
-Hace mucho tiempo que lo quiero cazar pero gracias a mi mitad no puedo-bufó eludiendo mi pregunta.
-¿Tu… mitad?
-Soy mitad licántropo, y gracias a ello no puedo matar al maldito ingrato.
-Ya veo… pero aun no me dijiste el por qué de cazarlo-insistí.
-Esa es una historia que debe ser contada en otra ocasión-se excusó, me moleste pero no me quejé. Tal vez me enteraría más adelante.
Nos quedamos en silencio hasta que ella se levantó poniéndose el rifle en el hombro mientras lo sostenía. Alce la mirada algo confusa.
-Ahora me voy, nos vemos a la noche-me dijo, voltee confundida al verla caminar más adentro del bosque.
-¿Adonde vas?-pregunté.
-A encontrar a un duende-respondió, ¿también existían los duendes? ¿Qué más? ¿Las hadas?-Y vos a la academia, puede que alguien más te ataque. Acuerdas que sos la Joya.
No respondí, era verdad.
Se perdió de vista entre la maleza, yo comencé a caminar hacia la academia. Me preguntaba dónde estaba Zero, seguramente me sentiría más segura estando con él.
___
¿Les gusto? *w*
_____
Capítulo V: Ella es…
Estábamos al principio del bosque sentadas sobre un árbol caído, me sentía incómoda al saber que ella tenía un arma. Aun no me había dicho el por qué lo que había que tenga miedo.
-Naomi… ¿qué sucede?-me atreví a preguntar.
-No hace falta que te lo diga si ya lo sabes todo-repuso, yo me confundí-¿Zero no te lo contó?
-Él… me explico varias cosas pero nunca te menciono.
Ahora la confundida era ella, agarro el rifle para ponerlo entre sus piernas donde apoyo el mentón sobre el mango.
-Ya veo… entonces tendré que hacerlo yo-noté que no le agradaba hacerlo, aunque no le cabía de otra-Soy… una especie de cazadora. Mató toda cosa que se refiere a “mitológico”.
-¿Por qué? Esas criaturas también merecen vivir-me queje olvidándome del arma.
-No soy una cazadora de sangre fría, solo cazo a los que merecen morir.
-¿Y el disparo anterior? Esa licántropo no merecía morir.
-Solo fue un disparo para ahuyentarla-explicó rodando los ojos-En fin, no me interesa esa cosa, si no otro.
-¿Quién…?
-Zero.
Me mostré sorprendida, ¿Zero? ¿Por qué él? No lo merecía, era alguien inocente.
-¿Por qué…? Si él no hizo nada malo.
-Hace mucho tiempo que lo quiero cazar pero gracias a mi mitad no puedo-bufó eludiendo mi pregunta.
-¿Tu… mitad?
-Soy mitad licántropo, y gracias a ello no puedo matar al maldito ingrato.
-Ya veo… pero aun no me dijiste el por qué de cazarlo-insistí.
-Esa es una historia que debe ser contada en otra ocasión-se excusó, me moleste pero no me quejé. Tal vez me enteraría más adelante.
Nos quedamos en silencio hasta que ella se levantó poniéndose el rifle en el hombro mientras lo sostenía. Alce la mirada algo confusa.
-Ahora me voy, nos vemos a la noche-me dijo, voltee confundida al verla caminar más adentro del bosque.
-¿Adonde vas?-pregunté.
-A encontrar a un duende-respondió, ¿también existían los duendes? ¿Qué más? ¿Las hadas?-Y vos a la academia, puede que alguien más te ataque. Acuerdas que sos la Joya.
No respondí, era verdad.
Se perdió de vista entre la maleza, yo comencé a caminar hacia la academia. Me preguntaba dónde estaba Zero, seguramente me sentiría más segura estando con él.
___
¿Les gusto? *w*
Akane- Admin
- Mensajes : 3182
Fecha de inscripción : 28/08/2009
Edad : 28
Localización : En mi jardín secreto... -3-
Re: El Demonio de los Ojos Azules
Ese es el mismo que el antes.... no??
Riza Hawkeye- Mensajes : 31
Fecha de inscripción : 23/07/2010
Re: El Demonio de los Ojos Azules
Tenés razón XD Opsss... perdón, estoy distraída ú.u
Akane- Admin
- Mensajes : 3182
Fecha de inscripción : 28/08/2009
Edad : 28
Localización : En mi jardín secreto... -3-
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.