Volviendo, el amor florece

Capítulo cuatro: Al fin lo comprendí.

Al otro día Luna se despertó temprano, lo que sorprendió a Chako. Aunque no fue su única sorpresa, porque también, Luna tenía ojeras. Le pregunto por qué las tenía y la pelinaranja le respondió que no durmió en toda la noche. La gata robot temió en preguntarle por qué no había dormido, así que se despidió en la puerta preocupada por Luna y la cerró dando un suspiro.
Luna iba caminando hacía la academia sin ganas, no tenía ganas de encontrarse con Kaoru… Cuando llegó se sorprendió que Kaoru hubiera faltado, se sentó en su banco. Sharla se fue a sentar junto a ella, sabía que su amiga la necesitaba. La clase empezó, pero nadie la escuchaba. Cuando sonó el timbre la pelinaranja fue con su mejor amiga al baño, Menoli las acompaño. Llegaron al baño y Sharla le contó todo a la peliazul que no estaba enterada de nada.
-Ya veo…-dijo pensativa después del relato.
-Ahora lo sabes-contestó la pelimarrón.
-Pero… nunca creí que Bell haría algo así.
-Yo tampoco, pero todo puede pasar. Más ahora que Luna está saliendo con Kaoru.
-Si…
-Chicas, ya basta, estoy bien-trató de mentir Luna.
-Claro Luna, no te creas. No nos podes engañar.
-Pero… está bien, me descubrieron.
-Luna, hay algo que me sorprendió. ¿Sabes por qué faltó Kaoru?-interrumpió Sharla.
-¿Eh? No…
-Ya veo…
-¿Pasó algo Luna?-pregunto Menoli al notar que estaba decaída.
-Bueno… hable con él ayer, y quise explicarle lo sucedido pero… creo que no me creyó-admitió.
-¿Segura?-ella asintió.
-Ya veo… se pelearon-dedujo Sharla, aunque era muy obvio.
-No se…-dijo insegura, no quería creerlo.
-¡Tengo una idea! Ve a su casa y habla con él.
-No creo que funcione.
-Solo hazlo…
-Eh… está bien, lo intentare.
-¡¡Kyaaaa!! ¡¡Genial!!-gritó emocionada.
Al termino de clases Luna fue a la casa de Kaoru, Menoli y Sharla la despidieron en la puerta. Howard y Shingo les preguntaron qué le sucedió a Luna hoy y ellas le contaron lo sucedido.
-¿En serio?-pregunto sorprendido Shingo.
-Si, eso es lo que nos contó Luna-respondió Sharla.
-Ya veo…
-¡Vamos a ver como le va a Luna!-gritó emocionado Howard.
-No creo que quieras ir por eso Howard…-dijo Menoli-seguro vas para entrometerte.
-¡Claro que no!-dijo con un leve sonrojo.
-Igual, yo creo que tenemos que ir, quiero saber todos los detalles-dijo Sharla.
-¡Si, yo también!-gritó Shingo levantando una mano.
-¿Qué dicen?-dijo aturdida la peliazul.
-Vamos Menoli, debemos saber…-le insistió la joven.
-Pero…
-Vamos Menoli.
Cuando pudieron convencer a Menoli fueron a la casa de Kaoru, se escondieron. Unos tras unos árboles y otros atrás de unos tachos. Luna estaba enfrente de la puerta, dudando en tocar o no. Los demás tenían ganas de decirle que lo haga o ir y tocar ellos.
Después de un rato la pelinaranja tocó.
-¿Si?-se escucho decir por el portero eléctrico, era la voz de Kaoru.
-Eh… ¿Kaoru? Soy Luna, tengo que hablar con vos-le dijo algo temerosa y nerviosa. Hubo una pausa.
-Ya bajo.
Luna miro para abajo a esperar, se sentía muy nerviosa. Además, la habían obligado a venir a explicar lo sucedido. Al rato abrieron la puerta, Luna no subió la mirada. Sabía que era el castaño que tanto quería.
-¿Qué sucede?-le dijo Kaoru.
-Eh… bueno… lo que sucede es que la otra vez, te confundiste. Yo no besé a Bell, él fue. Es que… me pidió un favor yo acepté, pero nunca imagine que me iba a besar. En serio, ¿me crees?
-Si, te creo.
-¿En serio?-pregunto sorprendida levantando la cabeza, ahí se dio cuenta como estaba Kaoru. Llevaba un jogging negro, una remera musculosa blanca y arriba de esta una camisa.
-Si, ya me imaginaba que lo había echo Bell.
-Entonces… ¿por qué no viniste a la academia?
-Debía hacerle un encargo a mi mamá.
-Oh, ya veo-se sorprendió la joven, había creído que era porque no quería verla a ella o algo por el estilo.
De repente un tacho de basura se cayó dejando al descubierto a Howard y a Menoli.
-¿Howard? ¿Menoli? ¿Qué hacen?-pregunto Luna.
-Em… Sharla y Shingo están detrás del árbol-le avisó el castaño, la pelinaranja se da vuelta.
-¡Chicos! ¿Qué hacen aquí?
-Nada Luna, estábamos paseando…-le dijo Sharla.
-¿Justo por acá?
-Claro Luna-le dijo Howard levantándose-, el cielo esta hermoso por acá. Además, por acá se escuchan los pájaros cantando su melodía de la tarde.
-Pero si esta nublado.
-Eh… ¡claro! A nosotros nos encanta los días así, ¿o no chicos?
-Claro, si, obvio-se escucho decir todos al mismo tiempo. Ni Luna ni Kaoru les creyeron, pero no les dijeron nada.
Se despidieron, todos se fueron caminando a sus casas. Menos Kaoru, claro, porque estaban en la suya.
Menoli y Howard iban para el mismo lado, ya que su casas estaban justo de ese lado. Justo Ronu apareció.
-Hola Howard-lo saludó.
-Hola Ronu, ¿qué haces por aquí?-le dijo.
-Mi casa esta por allá, ¿y vos?
-Paseo con Menoli.
-¿Menoli? Ah, cierto, hola Menoli.
-Hola…-le dijo sin mucha importancia.
-Oye Howard, justo te fuiste y no pudiste oír lo que dijo el profesor.
-Si es tarea no me digas-le alertó.
-No, no lo es. Va a haber un baile la semana que viene, en la misma academia. Parece ser que quieren recaudar fondos.
-¿En serio? Gracias por avisarme Ronu-chan.
-De nada, bye-se despidió y se fue corriendo.
-¿Ronu-chan?-pregunto Menoli un poco de tono burlón.
-Seh… es buena onda, ¿sabes? Tal vez la invite para que sea mi pareja de baile.
-¿Eh? Pero si recién la conoces.
-Si… lo sé…
Ella no contestó, solo siguió caminando. No sabía por qué le molestaba que la invitara, igual, ella no tenía pensado ir a ese baile. No era lo suyo. Después de unos minutos los dos llegaron a sus casas.
Era de noche, Menoli ya había cenado y estaba lista para acostarse.
-Solo es un idiota, ¿por qué me preocupo de qué no me invite? Si no me gusta-se quejó

Capítulo 3: Los problemas empiezan.

Al otro día Luna se despertó tarde como siempre. Criticándole a Chako que no la despertó temprano, se fue corriendo hacía el colegio.
Cuando llegó vio a Kaoru sentado en su banco, se sonrojo y empezó a caminar hacía el suyo. Cuando pasó al lado del castaño, este la agarro de la haciendo que se detenga.
-Hola-la saludó dándole un besó en la mejilla.
La pelinaranja no se había dado cuenta que Kaoru se había levantado.
-Ho… hola- contesto con un hilo de voz.
Mientras tanto, Howard y los demás habían visto aquella escena.
-Creo que tenes competencia Bell-se burló Howard dándole codazos y sonriéndole pícaro. Lo único que hizo el otro fue fruncir el ceño y bajar la mirada.
-Que romántico…-dijo Sharla- ¿pero cuando empezó todo eso? Porque ayer parecían peleados.
-Seguro que Kaoru hizo algo-siguió diciendo Howard.
-¡Ya basta!-gritó Menori.
-¿Qué sucede Menori?
-No se entrometan en la vida privada de las personas. Menos de sus amigos.
-No nos estamos entrometiendo, estamos informándonos.
-¿A sí? Se están entrometiendo.
Mientras esos dos se seguían con su discusión interminable. Sharla notó a Bell triste y enojado.
-¿Qué pasa Bell?-le preguntó- ¿Es por Luna…?
-¿Por qué Sharla?
-¿Qué cosa?
-¿Por qué Luna tuvo que elegirlo a él?
-No se… eso debes preguntárselo a ella.
-Bien,-dijo frío, pero después se calmo un poco-gracias Sharla.
-No hay de que.
Cuando sonó el receso Luna se quedo donde estaba, se sentía rara. Seguía en su lugar apoyando cabeza en su mano cuando Bell se le acercó.
-Hola Luna-la saludó sentándose al lado de ella.
-Hola Bell-le contestó cambiando de posición.
-Em… te quería preguntar algo.
-¿A sí? ¿Qué pasa?
-Bueno, yo me entere esta mañana cuando vi “aquella” escena.
-Ajajaja…-río nerviosa al recordarlo.
-Solo quiero saber, ¿por qué justo tuviste que elegirlo a él?
-¿Por qué?
-Si.
-Bueno… en realidad, lo que siento por él es único. No se como decírtelo, pero ahora estoy muy, pero muy feliz.
-Pero… ¿por qué?-insistió.
-No lo sé, creo que es porque gracias a él, pude sobrellevar y mejorar muchas cosas.
-Pero… ¿solo gracias a él?
-No, también por mis amigos.
-Aún no me dijiste por qué.
-Es que no se Bell, ese es el problema. El amor no tiene un por qué.
-Pero entonces, ¿mi amor por ti no cuenta?
Ahí la pelinaranja se sorprendió, no sabía que Bell la seguía amando. Reaccionó unos minutos más tarde.
-Claro que cuenta Bell, yo nunca dije que no contaba-dijo al fin.
-Pero… no me amas.
-Me temo que no Bell, eres un buen amigo y todo pero no quiero más.
-Ya veo… entonces… ¿puedo pedirte un último favor?
-Claro, lo que sea-le dijo sonriendo.
De repente Bell la besó, Luna, sorprendida reaccionó justo en medio del besó. Se quiso separar, lo hizo después de que cierto castaño mirara aquella escena.
Cuando se separaron Luna le pegó una cachetada a Bell y se fue corriendo hacía el baño de mujeres. Iba a llegar cuando se topo con Sharla.
-¿Qué te sucede Luna?-pregunto preocupada.
-¡Sharla!-y se tiro a los brazos de su amiga.
-¿Qué pasa Luna? ¿Por qué estas así?
-Fue Bell.
-¿Qué te hizo?
-Solo me besó.
-¡¿Te besó?!
-Si, primero me pregunto por qué había elegido a Kaoru, cuando me dijo que me amaba y le conteste que solo lo quería como amigo me pidió un favor después de ello me besó.
-¿Qué hiciste?
-Cuando me separe le pegue una cachetada y me fui corriendo, ayúdame Sharla, por favor… si Kaoru se entera no se que voy hacer.
-Pero… antes de que se entere de algún chisme tenes que contarle la verdad porque si no, tal vez no te crea.
-Si… tenes razón, debo hacerlo.
Mientras ellas hablaban Kaoru que había visto el besó no lo podía creer, se encontraba caminando por el corredor sin saber que hacer. Cuando se encontró con Louis.
-Hola Kaoru, vi lo de esta mañana-le dijo sonriente, pero borro su sonrisa cuando vio al castaño- ¿Qué te sucede?
-Luna.
-¿Qué pasa con ella?
-La encontré besándose con Bell.
-¿Estas seguro?-pregunto sorprendido.
-Lo vi Louis.
-Pero tal vez te equivocaste, habla con ella y confírmalo.
-No tengo que confirmar nada si lo vi.
-Entonces has las paces, tal vez ella no quería eso.
-Louis…
-¿Qué? Es verdad, hasta el Sr. Bear piensa lo mismo.
-¿Sr. Bear?
-Mi oso de peluche, ¿queres verlo? Lo tengo en la mochila.
-No gracias.
-Dale, se va a poner contento.
-Mejor hablo con Luna-dijo ya harto y se fue a buscarla.
-¡Esta bien, después te lo muestro!-le gritó ya viendo que el castaño doblaba la esquina-Vamos Sr. Bear-y lo sacó de la mochila y se fue hacía el aula.
Mientras tanto el castaño fue a buscar la pelinaranja cuando vio a Bell caminando, lo ignoro y siguió su camino. Mientras que Bell lo saludó.
-¿Kaoru? ¿Qué te pasa?-le pregunto caminando al lado de él.
-Nada-dijo cortante.
-Oh, bueno-le dijo sonriente- ¿queres que te diga algo?
-No-contestó cortante otra vez.
-Pero es sobre Luna.
-No me importa-y acelero el paso.
Bell lo quiso seguir pero no pudo. Cuando Kaoru doblo otra esquina vio a Luna caminando, se acercó a ella.
-Hola-lo saludo al verlo la pelinaranja.
-Hola-le contestó cortante.
-Em…tengo que decirte algo y espero que no lo malinterpretes-le dijo ignorando la reacción del chico. El otro espero-te tengo que decir que Bell me besó, antes de que digas algo te contare todo-cerró los ojos- estaba todavía en mi banco cuando Bell se me acercó y me empezó a hacer preguntas sobre por qué te había elegido a vos, después me dijo que le hiciera un favor. Yo acepte con todo gusto, ya que él es mi amigo, pero después de que dijo eso me besó, quede aturdida en ese instante pero después me separe, le pegue una cachetada y me fui corriendo. Kaoru... espero que… sigamos como estábamos esta mañana.
Hubo un largo silencio hasta que el castaño contestó:
-No se si creerte Luna.
-¿Qué…? ¿Por qué?-pregunto atónita.
El castaño no contestó.
-Después hablamos-diciendo eso se fue dejando a Luna inmóvil.
Mientras tanto, Bell los había visto escondido. Su plan estaba funcionando…

Capítulo 2: El amor florece al fin.

Al terminar la clase Kaoru guardo rápidamente las cosas en su mochila y se fue a la casa de Luna. Cuando llegó a la casa tocó el timbre, vio a Chako en la pantalla del portero.
-Hola Kaoru, ¿qué pasa?-le pregunto extrañada desde la pantalla.
-Vine a ver a Luna, ¿esta?
-¿Luna? No, todavía no llegó.
-Ya veo… gracias. Chau.
-Adiós Kaoru-y la gata robot desapareció de la pantalla.
El castaño se quedó un momento en la entrada, se preguntaba a donde se había ido Luna. Todavía no había vuelto, entonces… ¿dónde estaba? A menos que Chako le halla mentido. Bueno, lo iba a comprobar.
Kaoru se quedó todo el día en la puerta haber si Luna llegaba, no lo hacía, ahora era más que seguro que Chako le había mentido. Cuando cayó la noche, Luna seguía sin aparecer, entonces el castaño vio que no estuviese nadie y miro para arriba. Si, lo podía hacer.
Mientras tanto la pelinaranja le había pedido a Chako que si venía Kaoru que no le dijera que ella estaba acá. La gata robot acepto a cambio de algunas explicaciones de parte de Luna. Ella le dijo que no pasaba nada que no tenía ganas de verlo. Chako aceptó ya que sabía que no le iba a decir nada.
Después de ello Luna se encerró en su habitación, se sentía triste. Aunque sabía que estaba haciendo un capricho de nena chiquita. Cuando se iba a quedar dormida escucho un ruido afuera de la ventana. Abrió los ojos bien abiertos y fue hacía la ventana. No distinguía muy bien así que la abrió, ¡era Kaoru!
-¡Kaoru! ¿Qué haces aquí?-le pregunto sorprendida.
El castaño entró sin hablar.
-¿Qué te sucede?-le pregunto ya parado.
-¿A mí? Nada.
-Te pasa algo, esta mañana te pusiste a llorar. ¿Qué pasa? ¿Te hice algo malo?-dijo triste esto último.
-No, deja Kaoru, ahora solo quiero saber como pudiste llegar hasta aquí.
-Luna…
-Decime, es impresionante que hallas llegado hasta aquí, es una gran altura.
-Escale, ahora Luna, decime qué te pasa conmigo, si te hice llorar es por algo. Por favor… decime…
-Kaoru… bueno, es que… bueno, me puse triste porque estuviste tan frío y cortante conmigo…. Y bueno… como nunca eres así conmigo me… bueno, me asuste de verte así. Temí que ese eras tu en verdad, ya se que es una tontería y lo que hice fue un capricho de niñita chiquita… perdón… Kao…-pero antes de que pudiera terminar de decir el nombre del chico, Kaoru la abrazaba- ¿Qué estas…?
-Perdón Luna-la interrumpió- perdón por ser tan cruel contigo, perdón por hacerte llorar. Perdón por todo.
-Kaoru… no tenes… Kaoru yo… yo debería disculparme.
-No. Yo fui el que armo todo este lío.
-No, yo fui.
-No empecemos-dijo ya separándose.
-Jajaja, tenes razón. Bueno, creo que ya nos amigamos.
-Si…
-La verdad Kaoru me sorprendes-el castaño la miro confundido-, sobre muchas cosas en realidad, una: que hallas podido subir hasta aquí, dos: que te culpes por todo, y muchas cosas más…-el otro sonrío de costado, esa era la Luna que el quería, linda, tierna e inocente.
-Luna, ¿estas bien?-pregunto Chako desde el otro lado de la puerta.
-Si, em... ya salgo-le avisó.
-Oki doki-y se escucharon los pasos de la gata robot alejándose.
-Por dios, me olvide de Chako, si te ve acá va a pensar algo raro y me va a invadir de preguntas-susurro Luna.
-No te preocupes Luna, puedo bajar desde aquí-le dijo Kaoru para tratar de tranquilizarla, pero paso todo lo contrario.
-¿Estas loco? No vas a bajar desde esta altura.
-Pude subir, no te preocupes.
-No te dejare.
-Luna…
-Es mejor que Chako piense cosas raras comparadas a que te mates.
-No me voy a matar.
-Eso no lo sabes, das un paso en falso y te matas.
-Luna…
-No te dejare-dijo yendo hacía la ventana y poniéndole llave-¿lo ves? Ahora tenes que sacarme esta llave antes de salir. Salís por la puerta de entrada o no salís-el castaño suspiro.
-Esta bien…-Luna sonrío satisfecha.
El castaño fue a la puerta y la abrió, pero no abría aunque apretaba el botón varias veces.
-Nos quedamos encerrados-avisó.
-¿Qué…? No, no puede ser-dijo preocupada y yendo donde estaba su amigo.
Hizo lo mismo que él, pero más veces.
-Imposible, nos quedamos encerrados. ¡Chako!-le gritó-¡Chako! ¡Me quede encerrada ayuda!-pero parecía ser que la robot no la escuchaba-¡Chako!-seguía gritando.
-Si no te escucho ahora no te escuchara después, a menos que pare de hacer lo que este haciendo-le dijo Kaoru.
-Oh… tenes razón, tampoco puedo dejar un mensaje en un papel porque no pasa por debajo de la puerta.
-¿No podes llamarla?
-Buena idea, a ver… mi celular…-dijo buscándolo por la habitación- Upss…
-¿Qué pasa?
-Deje mi mochila afuera…
-Ya veo… entonces solo hay que esperar a que venga otra vez a llamarte.
-Si... eso también es verdad…-dijo resignada y cayendo de rodillas.
-No te preocupes.
-Si… me lo llevo muy a pecho todo eso…-y se fue a sentar en su cama. Mientras que el castaño se quedó parado.
Pasaron algunas horas y Chako seguía sin aparecer, Luna ya se estaba desesperando. No sabía como podía tener tanta paciencia Kaoru. Se fijo la hora y eran… ¡Las doce!
-Ya son las doce y Chako sigue sin aparecer…
-Ya… no te preocupes…
-Si…-dijo y bostezó.
-Duerme un poco.
-Eh… no… vos no tenes donde dormir.
-Yo estaré bien, ahora descansa.
-No…
-Luna… vamos…
-No Kaoru, y no me convencerás de lo contrario.
-Esta bien.
Pero después de media hora Luna se quedó dormida. A la mañana siguiente Luna se despertó en su cama, cuando estuvo más despierta se acordó de lo de anoche. Creyó que fue un sueño hasta que vio a Kaoru del otro lado de la habitación apoyado en la pared.
-Buenos días-la saludo.
-Buenos días…-dijo levantándose- ¿Chako todavía no vino?
-Si, vino, ya le explique todo.
-¿Por qué sigues aquí?
-Dice que se tiene que ir a algún lado y que me quede a cuidarte.
-¿A cuidarme? Si yo puedo sola. Además hoy tenemos…
-No tenemos.
-¿Eh?
-Después cuando ya no pareciste nos avisaron a todos que mañana no habría clases.
-Ah…-de repente Kaoru río, haciendo que esta se sorprendiera-¿Qué sucede?
-Nada.
-Dime.
-No es nada importante.
-No importa, decime.
-Solo que hablas en sueños.
-¿Qué? ¿Qué dije?-pregunto preocupada, tal vez había dicho algo desubicado.
-Muchas cosas, algunas eran palabras y otras oraciones.
-¿Por ejemplo?
-Decías...-pero no siguió hablando, se hizo el misterioso.
-Decime, por favor.
-¿Qué queres que te diga? ¿Palabras u oraciones?
-Decime una de cada una.
-Primero dijiste mi nombre y después empezaste con comida.
Lo dijo tan normal lo de su nombre que Luna se sorprendió.
-También dijiste una oración incompleta.
-¿In… completa?-dijo saliendo del transe.
-Si.
-¿Qué dije?
-Dijiste, “Kaoru yo te…” y después nada más.
La pelinaranja se quedó petrificada, no pudo haber dicho eso, aunque fue una suerte que no la halla completado. Pero… ¿por qué Kaoru lo tenía que decir tan normal?
-¿Por qué lo dices así?-se animó a preguntarle.
-¿Qué cosa?-pregunto confundido.
-¿Por qué decís eso tan normal?
-Pues… a mi me parece que dijiste eso solo porque soy un buen amigo para vos.
La pelinaranja e quedó callada, si, era cierto que era un buen amigo para ella pero ella no quería eso. Quería algo más con él aunque sabía que eso iba a ser imposible. Pero al menos debía intentarlo, le decía y si no sentía lo mismo… podían volver hacer amigos.
-Kaoru…
-¿Qué pasa?-le pregunto mientras se acercaba.
-Yo… bueno… -Kaoru la miro extrañado, se dio cuenta que eso iba a tomar tiempo- yo…
De repente el castaño se sobresaltó, no lo había pensado. Esa oración incompleta… y este cambio de humor en Luna… podía significar…
-Yo… bueno Kaoru, antes de decírtelo, quiero que me prometas que si no sentís lo mismo, por favor, si podemos seguir siendo amigos.
-Claro Luna-le dijo ya serio. La pelinaranja suspiro.
-Bien, ahora que estoy segura te lo puedo decir. Yo Kaoru… yo… te… yo te…-hizo una pausa, ¿por qué era tan difícil decírselo?-Tu a mi me… tu a mi me gustas Kaoru.
Listo, lo había dicho, ahora solo tenía que esperar a ver que contestaba.
No se atrevía a mirarlo, se iba a poner más nerviosa de lo que ya estaba.
-Luna…-comenzó el castaño- tu también me gustas…-la pelinaranja lo miro sorprendida, ¿era enserio? Debía serlo, si no Kaoru no habría bajado la mirada y no tendría ese hermoso color carmesí en las mejillas. Luna lo vio ahora más calmada, y se acercó a su rostro para darle un dulce besó en los labios del joven. El castaño se sorprendió, pero no dudo en devolverlo. Cuando se separaron Kaoru la abrazó.
-Gracias Luna…-le susurro en la oreja.
-¿Po… por qué?-le pregunto sonrojada por lo que había echo ella y el castaño.
-Por hacerme feliz.
Luna le devolvió el abrazó, estuvieron así un buen rato hasta que se separaron brutalmente porque escucharon a Chako diciendo “hola, ya llegue”.
Cuando Kaoru se fue, Chako la invadió en preguntas a Luna porque se dio cuenta que, además de Kaoru (que no era normal), su dueña estaba demasiado sonrojada. Al final la pelinaranja le contó lo que había pasado haciéndole prometer que no diría nada. Chako saltó de alegría, al fin había pasado. Mientras que cuando Kaoru llegó a su casa Louis lo estaba esperando pidiendo explicaciones, como el castaño sabía que su amigo no iba a salir de encima de él hasta que le contara se lo dijo. El otro se puso feliz por su amigo y empezó sobre que “este” cupido nunca se equivocaba y todas esas cosas haciendo que Kaoru se encerrara en su cuarto.
Así fue todo el día para estos dos, tratando de calmar a los enterados de lo sucedido.

Capitulo 1: Conociendo a los nuevos estudiantes.


Ya habían llegado del planeta “Sobreviviente”, pudieron arreglar las cosas en la escuela gracias al padre de Howard. Desde entonces estuvieron viviendo la misma rutina todos los días.
-¡¡Waaa!!-gritó la pelinaranja dándose cuenta que iba a llegar tarde a la escuela por centésima vez- ¡Chako! ¿Por qué no me despertaste?
-Ya sos demasiado grande como para que te despierte, no vamos a seguir repitiendo esta rutina-le dijo la gata robot en “su” silla.
-Bien, adiós Chako, llegare tarde-le dijo ya saliendo de la casa.
-Ni siquiera me escucho-murmuró.
Luna seguía corriendo hacía el colegio, estaba harta de que Chako nunca la despertara. De repente un choque la sacó de sus pensamientos.
-Perdón… yo…-dijo y vio a un hico con el pelo plateado y con ojos color celeste
-No te preocupes, fue culpa mía. Ahora tengo que irme o llegare tarde-le respondió y se fue corriendo.
La pelinaranja lo vio alejarse y se dio cuenta que ella también iba a llegar tarde, corrió lo más rápido que pudo, genial, la puerta ya se estaba cerrando. Saltó sobre ella y se encontró con Sharla.
-Hola Luna-la saludó- vamos, o se nos hará tarde.
-Hola Sharla… si, vamos-dijo contenta de encontrar a su amiga. Y se fue al salón corriendo y llevando a Sharla de la mano haciendo que ella también corriera.
Cuando llegaron, los demás ya se encontraban en sus asientos. Se apuraron a sentarse y el profesor entró. Justo a tiempo.
-Buenas tardes chicos, hoy será un día muy especial ya que tendremos alumnos nuevos. Entren por favor-la puerta se abrió y aparecieron dos chicos y una chica.
Uno de los chicos tenía el pelo cortó y negro, ojos color celeste cielo y su piel era raramente bronceada. El otro tenía el pelo plateado. Sus ojos eran de color celeste. La chica tenía un pelo violeta brillante recogido en un moño negro, algunos mechones le caían en su inocente cara, sus ojos eran grandes y de color miel.
-Preséntense-les ordeno el profesor.
-Me llamo Jake-dijo el de pelo negro.
-Yo Louis-dijo el otro chico sonriente.
-Yo soy Ronu-dijo la chica con una sonrisa juguetona e infantil.
-Muy bien,-dijo el profesor- Jake, sentante al lado de Luna, Louis al lado de Kaoru y Ronu al lado de Howard.
Los nuevos lo obedecieron y el profesor pudo empezar con la clase. Nadie lo escuchaba, al menos no Kaoru, Luna, Howard (como siempre), Ronu, Jake y Louis.
Kaoru se encontraba inquieto, el era… ¿Louis? No entendía, parecía ser que el chico llamado Louis lo miraba contentó.
-¿Qué sucede?-le susurró Kaoru.
-Nada Kaoru, pero veo que ya me reconociste-le contestó sin sacar la sonrisa que tenía.
Kaoru se sobresalto, era.
En otro lado Runa no paraba de decirle cosas a Howard, mientras que Howard no impedía contestarle y hablarle también.
-También tengo un hámster y un perro. El hámster se llama Nilo, mientras que el perro se llama Luffy. Los dos son muy juguetones, y aunque mi mamá no me deje, yo quiero tener un gato y tres peces dorados.
-¡Ja! Mi papá me deja tener todos los animales que quiera.
-Tenes suerte, pero bueno, igual estoy así de cerca para que me compren el gato. Si no funciona ya tengo ahorrado.
-Yo no necesito ahorrar, mi papá es el dueño de este lugar. Tiene el poder de sacarte de este colegio.
-Ojala que no me saque. Este colegio es como un sueño para mí.
-Si yo pudiera me iría de acá en un santiamén.
-¿No te gusta estudiar? Que pregunta, a nadie le gusta, ni a mí.
-¡Alguien que me entiende!
-Ja, ja, ja, ja.
Menori los miraba furiosa, no soportaba que estén hablando todo el tiempo si debían tomar atención de la clase. Lo peor es que ella se sentaba adelante y escuchaba todas las estupideces que decían.
En otra parte Luna intentaba entablar una conversación entre Jake, pero el chico se negaba a hablar.
-Em… veo que eres de Saturno. Yo soy de Marte, ¿qué tenes planeado hacer en el futuro?
-Todavía nada en especial.
-Ah… bueno, hay mucho tiempo para elegir. Mm… ¿te gusta esta escuela?
-Esta buena, si.
-Yo también fui nueva, antes de caer en Sobreviviente. La gente aquí es muy simpática, seguro te vas hacer amigos enseguida.
-Bien…
-Eh…-pero ya no sabía de que hablar con el chico, no era muy comunicativo entonces le costaba hablar con él.
Miro donde estaba Kaoru, parecía rígido o tal vez era solo su imaginación. Se estiro más pero se cayó llevando la silla consigo. Estaba en tal posición que se empezaron a reír todos. La silla la tenía enzima de ella mientras que Luna tenía las manos agarradas en la mesa y sus pies…. El derecho lo tenía en la mesa de atrás y el izquierdo en la silla de Jake.
-¡Señorita! ¿Qué cree que esta haciendo?-le dijo el profesor quitándole la silla de enzima u que Luna cayera para atrás otra vez-¡Señorita! Parece enseguida-Luna obedeció.
-Perdón, me caí y yo… -trato de justificarse.
-No me de explicaciones absurdas y siéntese-le dejó la silla en su lugar y se fue a seguir con la clase.
Luna se sentó tristona, oculto su cabeza entre los brazos avergonzada.
Mientras tanto Kaoru se quedó viéndola con una sonrisa en el rostro.
-Nunca lo hubiera imaginado-comentó Louis viéndolo.
-¿Eh?-le pregunto Kaoru saliendo del transe-¿De qué hablas?
-Con que Kaoru esta enamorado…-murmuró.
-No lo estoy.
-No podes mentirme Kaoru, se de amor.
El castaño no dijo nada más y Louis sonrío.
En el receso Runa se despidió de Howard y que verían después. Jake, sin despedirse, se fue a no se sabe donde mientras que Louis se fue con Kaoru a hablar.
-Chicos…-les dijo Luna- ¿y Kaoru?
-Luna, Louis no te va a robar a Kaoru. Así que quédate tranquila-le dijo Howard.
-¡Howard!-se quejaron todos.
-Howard… estas muy equivocado, a mi no me gusta Kaoru-quiso explicarse la pelinaranja.
-O tal vez si…-quiso hacerse el misterioso.
-¡Howard, ya basta!-le ordeno Menori.
-Solo soy honesto Menori.
-¿Honesto? ¿Y desde cuando lo eres?
-Desde que quise ser una mejor persona.
A Menori se le notó una vena morada en la frente, por cada sandez que decía Howard, le salía otra.
-Iré a buscarlo-les avisó sin mucha importancia si la escuchaban o no.
Recorrió toda la escuela hasta que lo encontró, estaba hablando con Louis. De repente se acordó de la conversación que había tenido con Kaoru en la isla. ¿Ese era el chico que tanto había dicho? Se acercó tratando que no la vieran pero su plan no funciono.
-Hola-le dijo Louis al notarla.
-Hola…-dijo Luna- Soy Luna, ¿vos sos Louis verdad?
-Si, ¿y vos sos la chica que se cayó de la silla.
-Eje jeje… si, em… Kaoru.
-¿Qué pasa Luna?-le preguntó.
-Eh… nada-dijo tontamente, sintiéndose completamente infantil y tonta por haber dicho eso en frente de Kaoru.
-Oh... bien-dijo extrañado.
-Bueno Kaoru, hablamos después. Adiós Luna-se despidió Louis, después de ello se fue.
Luna se quedó callada y avergonzada por lo que había dicho, mientras que Kaoru se sentía incomodo.
-Eh… Kaoru,-comenzó Luna- perdón… por interrumpir.
-No importa, no estábamos hablando de algo importante-dijo cortante.
-Kaoru.
-¿Mh?
-¿Puedo preguntarte algo?
-Si, ¿qué pasa?
-¿Él es el chico que me dijiste en la isla?
-Si...
-Ah… entonces con más razón es la disculpa. También… perdón por decir… “eso”.
-Tampoco importa-dijo otra vez cortante.
Luna se sorprendió por eso, ¿Cuándo Kaoru se había vuelto tan frío? Se le llenaron los ojos de lágrimas pero se las limpio con la manga de la remera. Pero Kaoru se dio cuenta.
-¿Qué te pasa?-pregunto preocupado mientras se acercaba.
-Nada-dijo cortante y se fue corriendo dejando al castaño sorprendido
La pelinaranja seguía corriendo, no sabía a donde iba pero era mejor no estar cerca de él. Había sido cruel, nunca se comportaba así, ¿qué le pasó? ¿Qué le había pasado a Kaoru, su Kaoru?
Mientras tanto Kaoru se quedó sorprendido por la reacción de su amiga.
-Kaoru…-dijo Louis que no se había ido lejos, si no que se había escondido- ¿Qué paso?
-No lo se…
-Bueno, supongo que es porque fuiste demasiado frío con ella.
-¿Frío…?
-Cruel.
-No, si, lo entendí. Pero…
-Kaoru, ve, y habla con ella. Reconcíliate, como tu cupido, te ordeno que lo hagas.
-¿Cupido?
-Después hablamos de ello, ahora ve.
Kaoru fue tras Luna, no la encontraba, ¿dónde se había metido? Fue al salón donde se encontraban sus amigos.
-Chicos, ¿saben donde esta Luna?
-No, fue a buscarte-le respondió Sharla.
-Si, me encontró, pero ahora debo encontrarla. Por eso les preguntaba.
-¿Queres que te ayudemos?-le pregunto Menori.
-Eh…si, gracias, avísenme si la encuentran-dijo algo distraído.
-Bien, chicos, vamos a buscar a Luna-les dijo Menori.
Kaoru no escucho el “si” que habían dicho ya que se fue a buscar a Luna. No la encontraba por ningún lado y el timbre sonó. Tenía que volver a clases, tal vez allí la encontraba. Pero cuando volvió Luna no estaba ni había llegado tarde. Su mochila ya no estaba, debió irse a su casa.
El castaño planeó ir a su casa a verla, si ya no estaba en su casa y se había mudado y cambiado de colegio. No iba a saber que hacer.